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Dívar dice estar "acostumbrado a sufrir", pese a la campaña "cruel y con ensañamiento" contra él

  • El dimitido presidente del CGPJ afirma tener "paz interior y la conciencia tranquila"
  • Dice sentirse víctima "de una persecución" y que, "en principio, no pensaba dimitir
  • Ha defendido que que once viajes en cuatro años, "no es tanto"

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Dívar, "acostumbrado a sufrir con cierta alegría"

El dimitido presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, ha dicho este martes estar "acostumbrado a sufrir con cierta alegría" porque tiene "paz interior y la conciencia tranquila", pese a haber sido víctima de "una campaña cruel, desproporcionada y con ensañamiento", que ha definido como "proceso paralelo".

Dívar se ha referido así, en declaraciones a la cadena Cope, a su dimisión la semana pasada por la polémica de sus viajes a Marbella con cargo a los presupuestos del CGPJ, de los que ha dicho que cuando han sido "de carácter público" se han pagado con fondos públicos y cuando se han prolongado con carácter "particular" los "he pagado por mi cuenta".

El aun presidente del CGPJ hasta que se publique en unos días en el BOE su cese, ha reconocido haberse sentido víctima "de una persecución" y ha dicho que,  "en principio, no pensaba dimitir", pero la situación "insostenible" generada por esa campaña contra él lo ha obligado a presentar su "renuncia", de forma "voluntaria", para no perjudicar al poder judicial.

"Es difícil pensar que una campaña de este tipo haya surgido por generación espontánea", ha afirmado Dívar, que ha denunciado "una orquestación en una dirección".

Aunque no ha querido hablar de "venganza" de jueces, sí que ha calificado de "absolutamente anormal" el que "por primera vez en la historia" el presidente del CGPJ haya sido denunciado penalmente por un vocal, sin que además el asunto pasara antes por el Consejo.

"Once viajes en 4 años no es tanto"

Dívar ha justificado sus viajes a Marbella, "porque soy de allí" y para asistir a actos oficiales, y ha querido subrayar que han sido "once viajes en cuatro años, a menos de un viaje cada dos meses", lo que cree que "no es tanto".

Tampoco ha querido pronunciarse sobre si el vocal José Manuel Gómez Benítez, el denunciante, debe o no dimitir, y ha asegurado que no le guarda "ningún rencor ni animadversión".

Dívar ha admitido que "a lo mejor" debió haber salido al paso al principio de que saltara el caso y que eso puede haber sido "un error", y ha achacado el haber "estado callado" tanto tiempo a su condición de juez durante 44 años acostumbrado a críticas, filtraciones y procesos paralelos.

"¿Por qué estoy acostumbrado a sufrir con tanta alegría? Parecen términos contradictorios, pero cuando se tiene paz interior y la conciencia clara de no haber hecho nada incorrecto y que todas las cuentas están fiscalizadas... pues se tiene paz", ha reflexionado Dívar, que ha admitido haber "sentido solo" en algunos momentos, pero tambíén "reconfortado" por la gente que le ha parado por la calle y le ha dado su apoyo y le ha dicho que "rezaban por mí".