El Gobierno italiano inyectará otros 2.000 millones de euros en el Banco Monte Paschi de Siena
- Así, la inyección pública en esta entidad ascenderá a 3.900 millones
- Sin el apoyo público, no cumplirá con las exigencias europeas de capital
El Gobierno italiano ha aprobado este martes una nueva inyección de ayuda pública -que puede alcanzar los 2.000 millones de euros- para la Banca Monte dei Paschi di Siena (BMPS), el banco más antiguo del mundo, que ahora atraviesa una situación delicada, según un comunicado emitido después del Consejo de Ministros.
Esos 2.000 millones se inyectarán "a través de nuevos instrumentos financieros de recapitalización", explica la nota, que añade también que con esta nueva ayuda, la inyección pública en la entidad italiana se elevará a 3.900 millones de euros, ya que el Estado ya le había prestado 1.900 millones de euros en 2009.
Según añade el comunicado del Gobierno de Mario Monti publicado por diario Il Sole 24 ore, el Banco de Italia ha informado que esa inyección es necesaria para que la entidad cumpla antes del 30 de junio con las exigencias de capital marcadas por la Autoridad Europea Bancaria. Según el organismo supervisor italiano, el BMPS necesita entre 1.300 y 1.700 millones para cubrir el capital exigido.
El propio banco de Siena había manifestado al Banco de Italia su incapacidad para captar el capital necesario para reforzarse "debido a las actuales condiciones del mercado, altamente volátil".
Su presidente, imputado por evasión fiscal
A principios de este mes, fuentes judiciales confirmaron que el presidente del grupo BMPS, Alessandro Profumo -exdirector general de Unicredit-, será juzgado por un presunto fraude fiscal a partir del 1 de octubre junto a otras 19 personas, entre las que hay tres empleados del banco Barclays y varios directivos o ex directivos de Unicredit.
Profumo y el resto de imputados están acusados de evadir 245 millones de euros a través de una operación de gestión estructurada llamada Brontos, con la que se trató de evadir a través de empresas en el Reino Unido y Luxemburgo una parte de los beneficios de Unicredit, haciéndolos figurar como dividendos y así, pagar menos impuestos.