La UE pide corregir los presupuestos nacionales y limitar la emisión de deuda a países incumplidores
- La cumbre promoverá una unión fiscal con eurobonos y un tesoro europeo
- Propone dar más poder al fondo de rescate y una mayor supervisión bancaria
- El texto (en inglés) lo discutarán los líderes europeos en la cumbre esta semana
Los líderes de la Unión Europea se centrarán en la cumbre del próximo jueves y viernes en avanzar hacia una mayor integración bancaria, económica y presupuestaria que pasará por un mayor control de los presupuestos nacionales, eurobonos y un Tesoro europeo a medio plazo, y otorgar más poderes al fondo de rescate.
Así se recoge en el informe de siete páginas elaborado por el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, en colaboración con los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker; y del BCE, Mario Draghi; en el que proponen una refundación de la Unión Económica y Monetaria para corregir los defectos congénitos de la construcción del euro en un plazo de diez años.
El "paso cualitativo" hacia una mayor integración económica y fiscal, tal y como se describe en el documento (en inglés), se basa en un mayor control de la disciplina presupuestaria -la exigencia principal de Alemania y sus socios del norte- a cambio de "explorar la emisión conjunta de deuda", es decir, los eurobonos que defienden Francia y los países del sur.
Control total de los presupuestos nacionales
Entre las medidas que van Rompuy y el resto de líderes comunitarios proponen a los jefes de Estado y de Gobierno, se incluye la creación de un "superministerio" de Finanzas con poder para corregir los presupuestos de los Estados miembros y prohibir a los países emitir más deuda si sobrepasa los límites recogidos en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y el tratado fiscal.
“Es una cesión de soberanía indispensable para avanzar“
"La emisión de deuda pública más allá del nivel acordado en común tendría que estar justificada y recibir aprobación previa. Posteriormente, la eurozona estaría en posición de requerir cambios en los presupuestos si violan las reglas fiscales", reza el documento.
El control de los presupuestos nacionales y la posibilidad de exigir cambios mientras estos se están elaborando por parte de Bruselas es algo que ya contempla el llamado "two-pack", dos regulaciones comunitarias aprobadas recientemente por el Parlamento europeo y que vienen a completar el paquete de gobernanza económica de la zona euro. Sin embargo, estas reglas todavía están pendientes de que el Consejo europeo les de luz verde y será en la cumbre donde se discutan los detalles.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, ha reconocido ante la comisión mixta del Congreso encargada de asuntos europeos que estas medidas son "una cesión de soberanía en todo caso indispensable" para avanzar hacia una integración fiscal y una mutualización de la deuda soberana.
Avanzar hacia los eurobonos y un Tesoro europeo
Y así lo recoge el documento de la cumbre. Solo una vez sentadas las bases de una convergencia fiscal, "en una perspectiva a medio plazo se debe explorar la emisión conjunta de deuda como un elemento de progreso en la unión fiscal”. En este apartado cita varias opciones que ya han sido tratadas con anteridadad y que van desde los eurobills o euroletras (emisión de deuda a corto plazo y con límites tasados) a la creación de un "fondo de amortización" para poner en común la deuda de todos los estados miembros que exceda el 60% del PIB.
Margallo, en su comparecencia para explicar la postura española en la cumbre, ha defendido que a medida que la convergencia avance se pueden ir implantando formas de mutualización que culminen en último término en los eurobonos, entendidos como la emisión de deuda soberana cuya responsabilidad es solidaria entre los Estados.
Además, la UE ha incluido por primera vez en un documento oficial la creación de un Tesoro o agencia de deuda europea encargado de gestionar estas obligaciones.
Supervisión bancaria y depósitos comunes
En cuanto a la unión bancaria, el texto propone la creación de "una autoridad de supervisión bancaria con poderes de intervención sobre todos los bancos", de tal forma que se otorga la "responsabilidad última" de la supervisión de las entidades al BCE, y crea mecanismos para la resolución de bancos y para garantizar los depósitos.
“El BCE es el supervisor máximo con derecho a intervenir en cualquier entidad europea“
En este sentido, cree necesario la creación de un fondo de garantía de depósitos común para “reforzar la credibilidad” del sector y asegurar los depósitos de los ahorradores. Junto a este se crearía otro fondo de resolución de crisis bancarias que también estaría controlado por el supervisor bancario europeo. De esta forma, se evitaría que las liquidaciones de bancos en problemas o casos como el agujero de Bankia recaigan otra vez sobre las espaldas de los ciudadanos europeos.
Aunque las entidades tendrán que aprovisionar suficientes fondos para responder a posibles crisis, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede), el fondo de rescate permanente que entrará en vigor previsiblemente en julio, actuará como garante en última instancia tanto de los depositantes como del dinero necesario para liquidar un banco en problemas.
Para Barroso, la "unión bancaria" es el primer pilar que puede conseguirse en el corto plazo ya que no requiere de cambios en los tratados.
Todas estas propuestas no se aprobarán de forma inmediata, sino que es una hoja de ruta que los líderes europeos deben poner en común y fijar hasta dónde están dispuestos a llegar. La primera toma de contacto se producirá este mismo martes, cuando se reúnan los ministros de Finanzas de España, Francia Italia y Alemania en París para preparar la cumbre.
Según el presidente de la CE, el punto de inicio debe contar con los 27 Estados miembros, pero reconoce que algunos países no participarán, entre ellos previsiblemente aquellos que no forman parte del euro con el escéptico Reino Unido a la cabeza.
"Ellos serán la excepción, no la regla", ha afirmado Barroso, porque a su juicio, solo una mayor integración europea "asegurará la estabilidad económica y financiera mundial".