El gobierno de Evo Morales y los policías en huelga llegan a un acuerdo para cerrar el conflicto
- Recoge una subida de sueldo y la suspensión de la ley disciplinaria
- El acuerdo se cierra antes de la llegada de otra marcha indígena contra Morales
El Gobierno de Bolivia ha firmado este miércoles un acuerdo para subir los salarios de miles de policías de bajo rango y terminar su motín tras siete días de disturbios violentos y un cerco al Palacio de Gobierno y el Parlamento.
Los ministros de Gobierno, Carlos Romero, y Desarrollo, Teresa Morales, han firmado el convenio con representantes de los agentes tras muchas horas de negociación, durante las cuales el Ejecutivo ha insistido en que estaba en marcha un complot golpista con apoyo de la derecha y Estados Unidos.
El convenio aumenta el salario mínimo de más de 30.000 policías de bajo rango en 11 euros mensuales y duplica una asignación de víveres, de tal forma que el agente de menos ingresos reciba 236 euros, incluido una paga mensual extra de 45 euros.
Romero ha explicado que el incremento en efectivo, sumado al valor monetario de los víveres, representa para los agentes un aumento del 20 %, récord en 14 años, aunque ha reconocido que no cubre sus "expectativas legítimas".
El salario mínimo en Bolivia, 115 euros mensuales
El salario mínimo de Bolivia, uno de los países más pobres de América, es de 115 euros mensuales , mientras que el sueldo medio apenas pasa de 436.
El acuerdo firmado también asegura que no habrá represalias contra los líderes de los amotinados, crea una Defensoría del Policía, reconoce la jubilación con el 100 % del salario y revisa una ley disciplinaria que, según los agentes, no les permite defenderse.
Los términos económicos del convenio han sido aceptados a regañadientes por algunos sectores de amotinados, que lo creen insuficiente pero han dicho que se plegaban a lo aceptado por la mayoría.
Pedían alcanzar el mismo salario que tienen los militares
Los agentes había pedido una nivelación de sus salarios con los que tienen los militares, que ganan el doble, pero reconocieron que no pudieron conseguirlo, pese a que su protesta se extendió por la mayoría de las ciudades bolivianas, donde ocuparon cuarteles y comandos.
"Nosotros pedíamos la nivelación a las Fuerzas Armadas. Ese ha sido el tema más duro. No se puede conseguir todo como uno quiere, pero hemos llegado a un acuerdo con el Gobierno para aumentar 100 bolivianos (11 euros) al sueldo básico", ha señalado la suboficial Esther Corzón, delegada de los amotinados en La Paz.
El acuerdo ha normalizado los servicios policiales tras una semana de protestas que tuvo picos de violencia como el saqueo el viernes de las oficinas de la Inteligencia, Interpol y el Tribunal Disciplinario de la entidad, para quemar sus archivos. También hubo graves tensiones diarias con manifestaciones de policías armados ante el Palacio de Morales.
El asedio impidió el normal trabajo de la Presidencia, el Parlamento y el ministerio de Exteriores, mientras que las esposas de los policías secundaron el motín con huelgas de hambre y cierre de cuarteles.
Acusaciones de manipulación a la derecha y a EE.UU.
El Gobierno acusó a los agentes de estar manipulados por la derecha y Estados Unidos para provocar un escenario de golpe de Estado, pero los policías lo negaron y dijeron que el motín se debió a la pobreza de los agentes, la mayoría de ellos de origen aimara, como el mismo gobernante boliviano, Evo Morales.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, principal mentor y apoyo económico de Morales, se sumó a la teoría de la conspiración al afirmar que no duda, aunque no tiene pruebas, de que detrás del motín está "la mano imperial".
"Yo no tengo pruebas, pero así como no tengo pruebas no tengo dudas de que detrás de todas esas huelgas de policías, conflictos, etcétera está la mano imperial, la mano del imperio yanqui y sus lacayos en cada país", declaró Chávez el martes a periodistas en Caracas.
La denuncia de la supuesta conspiración fue rechazada, aparte de los policías, por dirigentes de la oposición e incluso por algunos oficialistas.
Marchas en defensa del presidente
Por otra parte, la marcha de indígenas bolivianos que defienden la reserva natural del Tipnis y rechazan la construcción de una carretera ha llegado a La Paz, donde desfilan en paralelo y se manifiestan partidarios del presidente del país, Evo Morales.
Centenares de indígenas entraron a la ciudad, sede del Gobierno y el Parlamento, encabezados por los dirigentes Fernando Vargas, Adolfo Chávez y Rafael Quispe, que pretenden que la movilización llegue hasta la Plaza Murillo, donde tiene sus oficinas Morales.