Assange no se entregará y permanecerá en la embajada de Ecuador en Londres
- Se quedará en la delegación hasta que se procese su petición de asilo
- Suecia solicitó su extradición en relación con delitos sexuales
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, refugiado desde el 19 de junio en la embajada de Ecuador en Londres, no se entregará a la Policía y permanecerá en la legación diplomática, ha informado su portavoz.
Assange, cuya extradición solicita Suecia en relación con delitos sexuales, está de "buen ánimo" y se quedará en la embajada ecuatoriana mientras se procesa su petición de asilo político, según ha precisado la portavoz en una declaración leída a la prensa.
El australiano, que violó sus condiciones de prisión domiciliaria al refugiarse en la embajada de Ecuador, había indicado en unas declaraciones anoche a la BBC que ignoraría una citación policial para que compareciera este viernes en una comisaría. Benn ha puntualizado que su decisión de ignorar la citación no debía ser interpretada como una señal de "falta de respeto".
Al refugiarse en la embajada ecuatoriana, Assange está bajo protección diplomática y la policía no puede detenerle.
Assange buscó asilo después de haber agotado en el Reino Unido las vías legales para evitar su entrega a Suecia, donde se le quiere interrogar por supuestos abusos sexuales a dos mujeres suecas en 2010. Estaba previsto que el informático fuese extraditado a Suecia en los primeros días de julio.
Teme que las autoridades de EE.UU. soliciten su extradición
Assange, cuyo portal ha revelado miles de cables diplomáticos confidenciales del Gobierno de EE.UU., teme que las autoridades estadounidenses soliciten su extradición si es entregado a Suecia.
Ante la embajada de Ecuador, su portavoz ha señalado que los abogados le han asesorado que no debía responder a la citación policial de hoy, puesto que, en virtud del derecho internacional, la petición de asilo político prevalece sobre la de extradición.
"Los asuntos que afronta Assange son serios. Su vida y su libertad y la vida y la libertad de su organización y de los que están asociados a ella están en juego", ha dicho Benn.
La portavoz ha agregado que hay temor a que las autoridades de EE.UU. soliciten en algún momento la entrega de Assange a ese país por diversos cargos, incluido el de espionaje.
Referencias al caso del militar de EE.UU. Manning
Benn también se ha referido al caso del militar estadounidense Bradley Manning, quien supuestamente ayudó a filtrar información que llegó a manos de WikiLeaks y está actualmente detenido en EEUU.
En sus declaraciones a la BBC, Assange denunció que se encontraba en una situación "escandalosa" y explicó que quería obtener garantías de que Estados Unidos no presentará cargos en su contra.
Ha afirmado que el trato que ha recibido hasta ahora de los empleados de la embajada ecuatoriana ha sido "cálido y generoso".
El pasado 30 de mayo, el Tribunal Supremo, máxima instancia judicial británica, autorizó la extradición de Assange del Reino Unido a Suecia.
El australiano cree que la petición de extradición es parte de una operación políticamente motivada para silenciarle, tras el escándalo por las revelaciones de WikiLeaks.
A la espera de que Ecuador le conceda asilo político
El "exhácker", de 40 años, está a la espera de saber si el Gobierno ecuatoriano le concede el asilo político que ha solicitado para evitar ser entregado a las autoridades suecas.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha asegurado que analizará de forma "muy responsable y seriamente la solicitud" y dará la correspondiente respuesta
Como parte de su libertad vigilada, el informático, que estaba bajo arresto domiciliario en casa de un amigo en la campiña inglesa, tenía prohibido abandonar el domicilio entre las 21.00 y las 07.00 horas.
WikiLeaks divulgó desde 2010 miles de cables diplomáticos confidenciales que airearon métodos y prácticas cuestionables de muchos gobiernos y que avergonzaron especialmente a Estados Unidos.
El 7 de diciembre de ese año Julian Assange fue detenido en Londres a petición de las autoridades suecas, lo que dio inicio a un proceso legal de 18 meses en el Reino Unido que el ciudadano australiano perdió en mayo al no conseguir evitar su extradición.