Consolas retro, una mirada al pasado con la vista puesta en jóvenes con problemas
- La Asociación ASUPIVA ayuda a niños en hospitales y centros de acogida
- Entre sus proyectos figura ayudar a jóvenes adictos a las nuevas tecnologías
- Para recaudar fondos organizan exposiciones con consolas y juegos retro
Los amantes de las consolas y los videojuegos reconocerán inmediatamente estos nombres: Odissey (Magnevox), TV-Game 6, Channel F o Auto Race (Matel).
Son algunas de las primeras consolas de la historia. De hecho, la Odissey fue la primera consola comercial del mundo (1972). Las otras son la primera Nintendo, la primera consola de cartuchos y CPU, y la primera portátil. Todas ellas, y así hasta unas 200, están expuestas en el stand que la Asociación ASUPIVA ha montando en la Fira de Barcelona, donde se celebra el Gamelab.
Al margen de exponer algunas de las mayores joyas tecnológicas del mercado, el fin fundamental de ASUPIVA (Asociación de Usuarios de PC, Internet, Videojuegos y Arcade) es una labor solidaria.
La organización, sin ánimo de lucro, se puso en marcha en 1999. Desde entonces, su objetivo fundamental es "ayudar a niños y jóvenes en hospitales y centros de acogida con la donación de ordenadores, videojuegos o videoconsolas", explica a RTVE.es Pablo Avilés, presidente de la entidad.
Las empresas que se quieren involucrar en el proyecto ceden los aparatos, "o nos los dejan a un precio irrisorio" -matiza Avilés- para que los llevemos a los centros u hospitales.
“Los críos juegan a todo, les da igual el juego y las consolas retro son irrompibles“
Con el paso de los años, los responsables de ASUPIVA han modificado el modus operandi de la asociación. Antes entregaban consolas de segunda mano y se las entregaban directamente a los chavales.
Ahora, "casi todas las consolas son nuevas, para que no den ningún tipo de problemas, y se la damos al centro, para que los niños no se las lleven cuando se marchan", indica el presidente. "Ahora vamos a dar consolas retro, NES, SuperNintendo, Megadrive... los críos juegan a todo, les da igual el juego y estas máquinas son irrompibles", añade.
Nuevos proyectos
Entre las nuevas aspiraciones de ASUPIVA destaca la de "ayudar a chavales con problemas de adicción a las nuevas tecnologías. Muchos están enganchados, no salen de su cuarto, se vuelven ariscos... por eso hemos creado un proyecto piloto en Alicante en el que tratamos a los niños con terapia para enseñarles a que aprendan a jugar y que hay tiempo para todo", indica Avilés.
Han creado los 'Consejos para el buen uso de las nuevas tecnologías' entre los que figura "comparte tu afición con otras personas, no estés mucho tiempo jugando sin parar o no tengas una vida sedentaria, cuida tu alimentación y practica deporte. Cuidarte es lo más importante".
Otro de los proyectos de la organización es realizar un protocolo con fisioterapeutas para incluir las nuevas tecnologías en las zonas de rehabilitación, con sistemas como Kinect (Xbox) o Wii Fit (Nintendo), para "convertir esos ejercicios tan rutinarios en algo más divertido y llevadero".
Consolas retro
Para conseguir financiación, ASUPIVA organiza exposiciones de consolas retro. La siguiente se llevará a cabo en el Metro de Madrid el próximo mes de noviembre, aunque antes pueden verse en el Gamelab.
“La Odissey fue la primera consola comercial de la historia, salió en 1972 y costaba 100 dólares“
Entre ellas destaca la Odissey (Magnevox), la primera consola comercial de la historia, que salió al mercado en 1972. Costaba 100 dólares de la época y funcionaba con seis pilas. Hoy ha pasado a ser una máquina rudimentaria y aparatosa, pero "sin ella no existirían las consolas que conocemos en la actualidad".
Esta fue la primera consola de los 16.000 modelos que se han creado aproximadamente a lo largo de la historia. En ASUPIVA pueden llegar a reunir hasta 300, "aunque aficionados que pueden tener muchas más", reconoce el presidente de la organización.
El proyecto de futuro consiste en "crear un museo itinerante" para enseñar todas estas consolas por España, y "si podemos también en Europa, para que todo el mundo pueda disfrutar de alguna de las joyas de la tecnología", concluye Avilés.