El desgaste tras 12 años de gobierno del PAN abona la vuelta del PRI al poder en México
- Las encuestas sitúan al candidato priista como favorito
- La economía será una cuestión clave en la elección
Si se cumplen los pronósticos y no hay sobresalto de última hora, este 1 de julio, el PRI volverá a la presidencia de México. Doce años después de perderla, el Partido Revolucionario Institucional recuperará las riendas más deseadas del país. Su candidato, Enrique Peña Nieto, es el puntero en todas las encuestas, las últimas le sitúan entre 10 y 15 puntos del segundo, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador. La tercera en liza es Josefina Vázquez Mota, del oficialista PAN.
Muchos se preguntan cómo es posible la vuelta al poder del PRI si durante 71 años gobernó México de forma hegemónica y autoritaria (algunos calificaron su régimen como ‘dictablanda’, una especie de dictadura que buscaba su legitimidad cada seis años en elecciones con demasiados claroscuros).
“El candidato Peña Nieto puede decir que se deslinda de las viejas prácticas del PRI, pero él es producto de ese viejo partido. Y la naturaleza íntima del PRI no ha cambiado” asegura a RTVE el analista político Lorenzo Meyer.
Desilusión tras 12 de gobierno del PAN
En México es conocida la frase “Somos corruptos pero sabemos gobernar”. Frase que algunos atribuyen a un exgobernador del PRI y otros dicen que forma parte del imaginario colectivo. Sin embargo, en la calle, muchos repiten que se han cansado de 12 años de gobierno conservador panista. “Fueron la esperanza, el cambio, pero no hemos mejorado. La vida es muy cara, hay poca chamba –trabajo- y cada vez hay más muertos” dice Leonardo, un informático de 34 años que vive en el Distrito Federal.
Algunos analistas apuntan a la economía como la clave para entender esta elección. Los tres meses de campaña electoral han estado marcados principalmente por la economía, más que por la violencia y los 60.000 muertos del sexenio del presidente Felipe Calderón y su ‘guerra’ contra el narcotráfico.
México tiene 52 millones de pobres, la mitad de la población, y otros tantos millones llegan a fin de mes a duras penas, juntando trabajos precarios. Por eso, los candidatos se han volcado en prometer becas a los estudiantes, medicinas gratis, mayor cobertura sanitaria…Todos apelando al bienestar anhelado y, sobre todo, al bolsillo. Y en eso, la campaña de Peña Nieto ha sido certera prometiendo más empleos y numerosas reformas políticas, entre ellas, la laboral y la fiscal.
La reacción de López Obrador
Sin embargo, los resultados electorales pueden volver a generar conflicto, como en 2006. López Obrador –que repite como candidato del PRD- ya ha dicho que los priistas están comprando votos y aunque aún no habla de fraude nadie descarta que volvamos al escenario de hace seis años.
Entonces, el izquierdista se quedó a 0,56 % de votos de Felipe Calderón. No acató el resultado y se autoproclamó ‘presidente legítimo’ de México. El país se polarizó y muchos siguen creyendo que esas elecciones fueron un robo a la izquierda. Ahora ha prometido combatir la corrupción mediante una república “amorosa” donde prime la reconciliación nacional.
“Es un líder social muy hábil para movilizar a la gente pero también para victimizarse. Yo no creo que sea un buen administrador. Sus ideas económicas y políticas son muy anacrónicas” dice el analista Macario Schettino. Otros le defienden: “Hasta ahora ha habido alternancia política. Ha gobernado el PRI y el PAN. La verdadera democracia llegará cuando gane un candidato de izquierdas. Y muchos intentan desacreditarle, diciendo que López Obrador será el Chávez de México , algo que es mentira”, afirma Lorenzo Meyer.
YoSoy132
Entre los muchos seguidores de López Obrador hay estudiantes. Miles de ellos han irrumpido en este proceso electoral a través del movimiento YoSoy132. Se dicen apartidistas, pero en sus manifestaciones los cánticos a favor del PRD y en contra del PRI son numerosos. Aunque sus principales dardos han ido contra la manipulación ejercida –dicen- por las grandes cadenas de televisión.
“Los jóvenes han dado en la diana. Ellos creen que las televisoras quieren imponer a Peña Nieto, como hacían en el pasado con los candidatos del PRI. Y se han rebelado, contra esto y contra los poderes fácticos del país. Quieren más democracia”, asegura a RTVE Carmen Aristegui, una de las periodistas más influyentes de México.
Sin embargo, algunos creen que este movimiento no supondrá un vuelco electoral y dan por hecho la victoria del PRI. Es lo que sostienen desde la encuestadora Mitofsky, donde también confirman el desplome de la candidata del PAN. “Aunque ha intentado deslindarse del actual gobierno no lo ha conseguido. Y siendo generosos, el gobierno de Calderón puede presentar como logros algunas cifras macroeconómicas, pero dónde están los demás beneficios, dónde está el beneficio de su guerra contra el narcotráfico”, añade Aristegui.
Intentos de viejas prácticas
Hasta el expresidente Vicente Fox, el que consiguió desbancar al PRI del poder después de siete décadas, ha pedido votar por el puntero, es decir, Peña Nieto. Las críticas le han llovido desde su partido, el PAN, y lo más suave que le han dicho es “traidor”.
Así las cosas, todo apunta a que el PRI ganará este 1 de julio. “Nunca se fue porque han estado gobernando la mayoría de los estados y en este país los estados cuentan mucho”, apunta Lorenzo Meyer. “¿Se puede reinstaurar el viejo régimen? No, porque la sociedad mexicana ha cambiado y la democracia ha mejorado, aunque sí podemos ver intentos de viejas prácticas a través de poderes asociados”, añade Carmen Aristegui.
Todo se decidirá en las próximas horas, con la elección, que está en las manos de 79 millones de votantes. Y, sobre todo, se verá a partir del 1 de diciembre cuando el nuevo presidente asuma oficialmente el cargo. Empezará entonces otro capítulo de la historia de México.