Descubren el cráter más grande y antiguo de la Tierra provocado por un meteorito
- Se trata de un cráter que se produjo hace 3.000 millones de años
- Ha sido localizado en Maniitsog (Groenlandia) y mide 100 km de diámetro
- Señalan que pudo ser causado por un meteorito que medía 30 kilómetros
Un equipo de geólogos europeos han descubierto el cráter más grande y antiguo de la Tierra provocado por un meteorito. Se trata de un cráter de unos 100 kilómetros de diámetro que se produjo tras el impacto de un asteroide hace 3.000 millones de años y que ha sido localizado en Maniitsog (Groenlandia).
Aunque los científicos sospechaban de la existencia del cráter desde hace algunos años, cuando los técnicos del Servicio Geológico de Dinamarca y Groenlandia analizaron unos mapas de la zona y descubrieron extrañas anomalías en la estructura de las rocas del lugar.
Tras realizar diferentes estudios y varias expediciones -acompañados por expertos rusos, ingleses y suecos- los investigadores han podido confirmar que los datos obtenidos corresponden al impacto de meteorito más grande y antiguo descubierto en la Tierra.
Iain McDonald, autor principal del estudio, ha señalado que "este descubrimiento único permite estudiar las consecuencias de un bombardeo meteórico del planeta que se produjo mil millones de años antes de lo que se creía anteriormente", según publica iTechPost.
Según sus cálculos, el cráter fue provocado por un meteorito que medía unos 30 kilómetros de ancho, un objeto que si llegase a impactar actualmente contra la Tierra, acabaría con todas las formas de vida del planeta, aseguran los expertos.
“El hielo borró todas las huellas de la caída del meteorito“
Su tamaño, indican los científicos, pudo haber provocado un 'embudo' en la superficie terrestre de hasta 600 kilómetros de diámetro, el doble del cráter Vredefort de Sudáfrica.
El cráter ha permanecido 'oculto' durante los largos periodos glaciales y de formación de montañas que se han vivido en Groenlandia desde hace 3.000 millones de años hasta la fecha.
"El hielo borró todas las huellas de la caída del meteorito, excepto las deformaciones provocadas en las rocas por la onda de choque, que son las que ahora han permitido este descubrimiento", concluye McDonald.