El BCE limita en sus operaciones de refinanciación el uso de bonos bancarios avalados por Estados
- Los que quieran usarlos deberán presentar un plan de financiación viable
El Banco Central Europeo (BCE) ha limitado el uso como garantía en sus operaciones de refinanciación de bonos bancarios garantizados por Estados. El presidente del BCE, Mario Draghi, ha señalado en una decisión legal, publicada este martes, que "el consejo de gobierno considera necesario revisar" el uso de bonos bancarios garantizados por Estados como colateral por algunos bancos para obtener financiación.
Es decir, que desde ahora las entidades financieras no siempre podrán usar bonos que estén garantizados por los Estados para pedir dinero prestado en la ventanilla del Banco Central Europeo.
En el caso de España, el Gobierno aprobó en diciembre de 2011 la posibilidad de que el Estado otorgue avales a la banca por 100.000 millones de euros en el ejercicio 2012. El objeto, avalar "emisiones de bonos y obligaciones nuevas que realicen las entidades de crédito residentes en España con una actividad significativa en el mercado de crédito nacional", según señaló entonces el ministro de Economía, Luis de Guindos.
Excepciones si hay un plan
El BCE señala que aceptará excepciones y solo se debería permitir usar estos bonos bancarios a las entidades de contrapartida que participan en las operaciones de crédito del Eurosistema en determinadas circunstancias.
Los bancos que quieran usar como garantía estos bonos bancarios garantizados por el Estado deberán presentar un plan de financiación viable.
Algunos bancos de la zona euro se han vuelto muy dependientes de la financiación del BCE y de la emisión propia de bonos para usarlos como garantía.
Menos requisitos para pedir prestado
Esta medida complementa a la que tomó el pasado 20 de junio el BCE de relajar aún más los requisitos de los activos que acepta como garantía para que las entidades europeas puedan obtener liquidez en las operaciones del instituto emisor, con el objetivo de fomentar el crédito a la economía real.
En concreto, el BCE reduce desde entonces la calificación mínima exigida a las garantías que presentan los bancos privados para pedir préstamos, con lo que amplía el alcance de las medidas aprobadas el pasado 8 de diciembre. La nota de los activos son las que otorgan las agencias de calficación de riesgos.
Esta decisión favorecerá a la banca española, que tiene en sus balances una ingente cantidad de hipotecas, muchas con dificultades de cobro, que ahora podrán usar también para pedir dinero a la institución al muy ventajoso tipo de interés del 1%.