Dimite el presidente del Parlamento de Ucrania tras la aprobación del ruso como idioma cooficial
- El Parlamento ha aprobado una ley para que se reconozca el ruso
- Con ella, se pordrá utilizar de manera oficial en algunas instituciones
- La iniciativa ha generado grandes protestas de la oposición
El presidente del Parlamento de Ucrania, Vladímir Litvín, ha presentado este miércoles su dimisión tras una polémica generada en la cámara tras la aprobación de un proyecto de ley para oficializar el ruso como la lengua oficial del estado junto con el ucraniano. La iniciativa ha sido presentada por el mayoritario Partido de las Regiones, el principal partido pro-ruso, al que pertenece Litvin, pero que ha generado grandes protestas de la oposición.
"Colegas, les pido que estudien y acepten mi renuncia", ha dicho Litvín nada más inaugurar la plenaria de la Rada, han informado las agencia locales. El proyecto, que no puede convertirse en ley hasta que Litvin y el presidente del país, Viktor Yanukovich, lo hayan firmado, pretende actualizar la lengua del país y establecer el ruso como idioma oficial en algunas instituciones de Ucrania junto con el ucraniano.
Este martes, un total de 19 diputados del Bloque de Litvín votaron, en ausencia de su líder, a favor de la ley de idiomas, respaldada por el oficialismo. El parlamento aprobó en una segunda lectura la polémica iniciativa, después de que 248 de los 450 parlamentarios votasen a favor.
Además de Litvín, ha presentado también su renuncia uno de los vicepresidente de la Rada, Nikolái Tomenko, del partido opositor Batkivshina, que lidera la encarcelada ex primera ministra Yulia Timoshenko."Si queremos defender los intereses nacionales de Ucrania, defender el idioma estatal, lo primero que hay que hacer es no promulgar una ley de idiomas aprobada de manera anticonstitucional y contra el reglamento", ha dicho Tomenko.
Yanukovich no descarta elecciones legislativas anticipadas
Por su parte, el presidente de Ucrania se ha reunido con los jefes de las distintas facciones políticas del parlamento para valorar los impactos de la crisis parlamentaria. En esa, según ha informado la oficina de la Presidencia mediante un comunicado, Yanukovich no ha descartado que se convoquen unas elecciones anticipadas si no se resuelve la crisis parlamentaria.
"Yanukovich no descartó que, si (los diputados) no estabilizan el trabajo del Parlamento, sea necesario para seguir adelante el procedimiento de elecciones parlamentarias anticipadas", ha manifestado la nota, informa Reuters. Esas elecciones están previstas para el próximo octubre.
Protestas y enfrentamientos
"Ayer a las 13.40 horas me invitaron a una reunión con el Presidente (Víctor Yanukóvich), que se prolongó hasta muy tarde", ha dicho Litvín, quien ha ha añadido que luego un diputado le comentó que los habían "engañado como a niños". "Me parece que, en primer lugar, me habéis engañado a mí, al pueblo ucraniano. Los resultados de esa votación tendrán graves consecuencias", ha dicho Litvín, según Efe.
La dimisión del presidente del Parlamento ha coicidido con la celebración un mitin de protesta contra la aprobación la ley de idiomas junto la Casa de Ucrania, donde el presidente Yanukóvich tenía previsto ofrecer este miércoles una rueda de prensa, que ha sido aplazada. Varios centenares de manifestantes han bloqueado las entradas a la Casa de Ucrania con el propósito manifiesto de impedirle al jefe del Estado el acceso al edificio.
Según informa Reuters, la policía ha dispersado con gases lacrimógenos a alrededor de 1.000 manifestantes que protestaban contra la medida.
La aprobación de la polémica medida ha generado enfrentamientos entre la policía y manifestantes que protestaban contra el proyecto.
Polémica iniciativa
Según comentó uno de los promotores del proyecto, el parlamentario Vadim Kolesnichenko, la iniciativa permite que el ruso pueda ser reconocido como idioma regional en 13 de los 27 distritos administrativos de Ucrania.
Según el mayoritario Partido de las Regiones, el promotor de la iniciativa, este proyecto pretende satisfacer las necesidades de los ocho millones de personas de la antigua república soviética que hablan ese idioma.
La renuncia se produce tras una noche de protestas de la oposición, que considera el proyecto como una amenaza potencial contra la soberanía del país.