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Un juez de EE.UU. impone una fianza de un millón al acusado de matar al joven negro Trayvon Martin

  • George Zimmerman estaba en prisión desde abril por mentir sobre sus ingresos
  • Alega que mató a Martin en defensa propia pese a que estaba desarmado

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Un juez de Florida ha establecido una fianza de un millón de euros para George Zimmerman, el vigilante de barrio voluntario que disparó y mató a un adolescente negro desarmado, Trayvon Martin, en un caso que ha despertado una fuerte polémica en Estados Unidos.

Zimmerman había sido liberado tras pagar una fianza de 150.000 dólares pero fue enviado de vuelta a la cárcel el pasado mes de abril tras denunciar la Fiscalía que él y su esposa supuestamente mintieron sobre las donaciones de miles de dólares que habían recibido antes de la audiencia para la fianza.

El juez Kennedy Lester ha considerado ahora que puede salir de nuevo bajo fianza, pero será más alta para asegurarse de que Zimmerman aparezca en el juicio por los cargos de asesinato en segundo grado.

De hecho, ha impuesto numerosas restricciones a su salida de la cárcel. Ha detallado que si Zimmerman es liberado bajo fianza otra vez, deberá estar sometido a seguimiento electrónico, no salir del condado de Seminole, permanecer lejos del aeropuerto internacional de Orlando-Sanford, no pedir un pasaporte o abrir o mantener una cuenta bancaria, evitar el alcohol y mantener un toque de queda entre seis de la tarde y seus de la mañana.

"El aumento de esta fianza no es un castigo. Supone aplacar la preocupación de este tribunal de que el acusado pretenda huir de la jurisdicción y una cantidad menor no aseguraría su presencia en el tribunal", defiende Lester en un documento de ocho páginas.

La Fiscalía había pedido que se le denegase la fianza mientras que el abogado defensor, Mark O'Meara, demandaba la salida de Zimmerman de la cárcel al considerar que no supone un riesgo para la comunidad y que los cargos contra él son débiles.

El acusado alega que disparó contra Martin al sentir que su vida estaba amenazada, amparándose en la polémica ley de autodefensa de Florida, pese a que el adolescente se encontraba desarmado.

Caso polémico

El pasado 26 de febrero, Zimmerman, un hombre blanco que vigilaba un barrio de las afueras de Orlando (Florida), vio a Trayvon Martin, negro y de 17 años, cuando éste se acercaba a la casa de su padre -al que había ido a visitar durante el fin de semana- y llamó a la policía por considerarlo sospechoso.

Según el informe policial, los agentes dijeron a Zimmerman que no se enfrentara al joven, pero cuando llegaron encontraron al muchacho muerto con un disparo en el pecho y aunque el vigilante asegura que disparó en defensa propia, Martin sólo llevaba efectivo, caramelos y un té helado que había ido a comprar a una tienda cercana.

Pese a los reclamos de los familiares y la presión de vecinos y medios de comunicación locales, la policía de Sanford rechazó en un principio hacer pública la grabación de la llamada de Zimmerman al 911, en la que incluso quedó registrado el disparo, y aceptó el argumento de que actuó en defensa propia.

Sin embargo, un mes y medio después de los hechos y ante la presión popular, Zimmerman fue detenido y acusado por la Fiscalía de homicidio en segundo grado.