La deserción de un general amigo de Asad quiebra por primera vez el círculo de poder de Siria

• Manaf Tlass era miembro de la nomenclatura del régimen
• Se dirige hacia Francia, donde se encuentra su familia
• Llevaba meses relegado por ser considerado de poca confianza
• Su salida y la de su familia, suníes cercanos a los Asad, es muy significativa

Imagen de 1999 que muestra al entonces coronel Bachar el Asad acompañado de Manaf Tlass en Kuwait.

Manaf Tlass,  un alto mando del ejército sirio, próximo a la familia Asad y amigo de la infancia del presidente, Bachar el Asad, ha desertado y se dirige a Francia, según ha confirmado el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, en la deserción más relevante desde el comienzo de la revuelta popular contra el régimen en marzo de 2011.

"El general Manaf Tlass ha desertado hace tres días y parece que ha dejado Siria", adelantaba una fuente próxima al régimen de Damasco, precisando que probablemente estaba camino de París, donde se encuentran su esposa y su hermana, Nahed Ojjeh,  viuda del empresario armamentístico y millonario saudí Akram Ojjeh.

También se encuentra en la capital francesa su padre, Mustafá Tlass, ministro de Defensa desde los 70 y hasta 2004 y amigo de toda la vida de Hafez el Asad,  el padre del actual jefe de estado y anterior líder sirio.

Desde Turquía

El pasado jueves una página web siria con lazos con el aparato de seguridad había informado ya de que se encontraba en Turquía, aunque citaba a una fuente de los servicios de seguridad que aseguraba que su presencia en Turquía "no significaba nada" y que "si la inteligencia siria huviese querido arrestarle lo hubiera hecho".

Por su parte, el Ejército Libre Sirio confirmaba que tenía informaciones de que Tlass estaba en Turquía pero aún no lo consideraba un desertor a falta de un anuncio oficial.

"Hay una diferencia entre dejar Siria y unirse a la oposición a Asad", decía una fuente opositora en Estambul.

Sin embargo, el ministro de exteriores francés ha hablado ya claramente de deserción: "Puedo confirmar que ha desertado y que está camino de Francia", ha asegurado en la reunión de los Amigos de Siria que se está celebrando en París.

Originario de Rastán, en la provincia de Homs, actualmente en manos de los rebeldes y uno de los enclaves de la insurgencia, este suní, próximo a la cincuentena, es amigo de la infancia de Bachar el Asad.

General en la Guardia Republicana, una unidad de élite encargada de la protección del régimen, había perdido sus responsabilidades hace más de un año en la "nomenclatura" por ser juzgado de poca confianza, según una fuente del régimen.

Disputas internas

Hasta ahora había intentado sin éxito la conciliación con los rebeldes de Rastán y Deraá,  donde comenzaron las revueltas. Desde hace varios meses, había cambiado su uniforme militar por la ropa civil y vivia en Damasco, donde se había dejado la barba y el pelo largo.

Otra fuente de Damasco ha asegurado que la ruptura con el poder se consumó tras la negativa del general Tlass a asumir el liderazgo de la unidad encargada de la sangrienta ofensiva entre febrero y marzo contra Baba Amro, un barrio de Homs controlado por los rebeldes. El presidente Asad le habría dejado entonces al margen.

Según esta fuente, el general había decidido huir del país, furioso, tras el rechazo de Asad a ascenderle de general de brigada a general de división en la promoción militar anual que se hace cada 1 de julio.

Según fuentes cercanas al general, toda su familia se encuentra ya en el extranjero, entre ellos su hermano Firas, un empresario instalado en Dubai que en el inicio de la revuelta siria había publicado en su blog comentarios favorables a la contestación popular.

Su primo, Abdel Razzak Tlass es el comandante de la birgada Farul de Homs, una unidad del Ejército Libre Sirio, compuesto en gran parte por desertores.

"Si la deserción de Manaf Tlass se confirma sería un golpe doloroso para el régimen y sus círculos cercanos, porque era íntimo de la familia reinante", ha declarado este viernes el presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdel Rahmane.