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'Hélade' con José María Pou, Concha Velasco y Lluis Homar inaugura el Festival de Mérida

  • Es un compendio de textos clásicos y modernos sobre Grecia
  • Los actores leen los textos seleccionados por David Guzmán
  • Debut de Concha Velasco y Lluis Homar en Mérida

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LA OBRA "HÉLADE" INAUGURA HOY LA 58 EDICIÓN DEL FESTIVAL DE MÉRIDA
Imagen de la obra "Hélade", la obra con la que se inaugura hoy la 58 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. La obra, dirigida por Joan Ollé, y protagonizada por Lluís Homar, José María Pou, Concha Velasco y Maribel Verdú, hará un viaje por la Grecia clásica y también por la "Grecia desgarrada y trágica actual".

Sócrates y Ulises, pero también Dimitris Christopulos, el farmacéutico que se suicidó frente al Parlamento de de su país, han sido revividos esta noche en Mérida por "el milagro" que es la suma de José María Pou, Concha Velasco, Maribel Verdú y Lluis Homar, "médium" impagables en "Hélade" del dolor griego.

Ellos han sido los memorables protagonistas de la inauguración de la LVIII edición del Festival de Mérida, a la que han asistido, entre otros, el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, y el director del Instituto de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Miguel Ángel Recio.

De esta obra sólo se harán otras tres representaciones, hasta el domingo, porque el "pequeño milagro" de reunir a sus protagonistas es "absolutamente irrepetible", ha asegurado en declaraciones a Efe su director, Joan Ollé, encantado con la calurosa acogida de su propuesta.

"Hélade" es un paseo literario y musical por la Grecia clásica y moderna, idea original de David Guzmán, en el que se hace un rendido homenaje al cine y a la estética del director griego de cine Theo Angelopoulos, fallecido este año.

"Es un homenaje clarísimamente dedicado a Angelopoulos. He 'robado' sus imágenes y sus ideas", asegura Ollé, que ha querido situar la acción en un merendero que bien podría ser de alguna de las películas del griego.

Asegura Ollé que la Grecia actual no le da "ningún repelús", que son "muy ricos, solo que pobresen dinero, y no precisamente por culpa de sus filósofos sino de sus dirigentes".

Ha resucitado las palabras más antiguas pero también melodías de Theodorakis y de Hadjidakis, y poemas de Kavafis, de Jorge Luis Borges, de Paco Brines, Joan Margarit o Salvador Espriú.

Llegan los comediantes griegos con sus libros...

"Es una puesta en escena en la que llegan unos comediantes griegos con libros y cuentan al público lo que es su cultura a veces leyendo, otras recitando de memoria y otras veces escuchando canciones", explica Ollé, que ya ha firmado para Mérida "Odiseo y Penélope" (2006), con Mario Vargas Llosa y Aitana Sánchez Gijón, y "Antígona" (1986), con Silvia Munt y Abel Folk.

Por eso, dice, "Hélade" no es ni una lectura dramatizada, ni una obra de teatro en la que los personajes leen textos, "es todos los sistemas juntos".

Los músicos Toti Soler y Maurici Villavecchia -Ara Malikian no se incorporará debido al fallecimiento de su padre- han acompañado a Silvia Pérez Cruz en su interpretación de canciones griegas y españolas, acompañadas con palmas por el público, que ha aplaudido en varias ocasiones la representación, una producción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y Teatre Romea.

"Hélade" no está estructurada por épocas sino por temas, de los dioses, al amor, al viaje, a Troya, el paso del tiempo o la nostalgia pero con un asunto dominante: "la alegría, la que les anima a bailar después de haber pasado por experiencias como la muerte o el exilio".

Bajo el olivo que presidía el escenario, Velasco y Homar, debutantes en Mérida, y los ya "veteranos" en este festival Verdú y Pou han recitado e interpretado pero también han escuchado con la complacencia de quien se sabe en algo único y efímero "cómo los dioses tejen su trama".

También han reflexionado sobre los bárbaros, asegurando que "no existen", aunque algunos espectadores, ajenos a lo que sucedía en el escenario y sin parar de navegar con sus móviles en facebook, desmentían el aserto para indignación de muchos otros.

"Donde quiera que vaya, Grecia me duele" y "no temo nada, no espero nada, soy feliz", han sido las frases con las que Pou, Velasco, Verdú y Homar han arrancado, cómplices y conmovedores, los últimos aplausos del público.