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Los "Amigos de Siria" piden "una acción más fuerte" del Consejo de Seguridad contra Damasco

  • La oposición siria reclama la apertura de una zona de exclusión aérea
  • Los "Amigos de Siria" celebran su tercera reunión en París
  • Deserta un general de alto rango muy próximo al presidente sirio

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La comunidad internacional da nuevos pasos en su cerco al régimen de Al Asad

La comunidad internacional, menos China y Rusia, ha acordado este viernes en París que los crímenes del régimen de Damasco no queden impunes y ha pedido una "acción más fuerte" del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La declaración final de la tercera "Conferencia de amigos del pueblo sirio" incluye también un llamamiento para apoyar a la oposición siria y reforzar la ayuda humanitaria.

Las delegaciones de los 107 países que han participado en la cita se comprometieron a que "los responsables de los crímenes no quedarán impunes".

"Al Assad debe dejar el poder, cuanto antes mejor", ha señalado el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, al término de un encuentro en el que dijo que "es indispensable que la resistencia siga sobre el terreno" pero que "al mismo tiempo que aumente la presión internacional".

Fabius ha destacado que "más de la mitad de países del mundo" han expresado su rechazo al régimen de Damasco. Los participantes han afirmado en su declaración que contribuirán a "reunir los elementos de prueba que permitirán, llegado el momento, hacer que rindan cuentas los responsables de las graves violaciones, sistemáticas y a gran escala, de los derechos humanos, principalmente violaciones susceptibles de ser consideradas como crímenes contra la humanidad".

En ese sentido, los responsables y quienes apoyan la represión deben "ser más dura y ampliamente castigados", subraya el texto.

“De manera más activa"

Se apoyará además "de manera más activa" a la "oposición democrática" y a las "redes de solidaridad locales" y se aumentará la ayuda humanitaria a la población, además de garantizar solidaridad con la reconstrucción del país una vez derrocado el régimen de Damasco.

"Esta es una buena mañana para el pueblo sirio y mala para el régimen de Al Asad", ha dicho Fabius, que ha tralasado a la sala que, simultáneamente, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha adoptado una resolución condenando a las autoridades de Damasco.

Por su parte, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha pedido al resto de países de la comunidad internacional que hagan que Pekín y Moscú paguen un precio por su posición que, a su entender, es junto con el apoyo económico de Irán, el principal escollo para lograr una transición en Siria.

"No creo que piensen que están pagando un precio por estar a su lado. La única manera de que cambie la situación es que todas las naciones aquí presentes dejen claro que les saldrá caro", declaró Clinton, quien agregó que "lo que mantiene a flote al régimen es el dinero de Irán, el apoyo de Rusia y el fallo del resto de países a la hora de aplicar las sanciones".

El presidente de Francia, François Hollande, por su parte, también ha advertido además a quienes apoyan al régimen sirio que se hacen cómplices de sus crímenes y "prolongan la crisis sin ofrecer soluciones", y ha defendido que en el estado en el que se encuentra esta crisis actuar no supone una injerencia porque su mantenimiento constituye una amenaza a nivel internacional.

"Debemos ser claros: Queremos una solución política en Siria. Pero no permitiremos que la crisis se prolongue en beneficio de un régimen asesino", ha concluido el presidente, que ha pedido a los presentes mantener un minuto de silencio en honor de las víctimas sirias.

Además, ha subrayado que el mantenimiento de la violencia en Siria "no salvará" al régimen de Bachar al Asad y ha animado a la comunidad internacional a imponer sanciones más duras contra ese Ejecutivo, mientras la oposición siria reclama el establecimiento de una zona de exclusión aérea y la apertura de corredores humanitarios.

Ausencia de Rusia y China

Hollande ha asegurado que "Bachar al Asad debe irse" y ha instando a los más cien representantes estatales y de organizaciones internacionales a que cierren el encuentro con resultados concretos.  "Todos tenemos un rol que desempeñar", ha señalado el presidente francés en su alocución, en la que ha considerado esta crisis una "amenaza" para la seguridad y la estabilidad internacional.

Entre ellos, ha pedido que no haya impunidad para los crímenes cometidos en Siria, que se impongan sanciones más severas, se refuerce el apoyo a la oposición democrática, se aumente la ayuda humanitaria y llegado el momento se ayude a la población a reconstruir el país. Así mismo ha recalcado la importancia de aplicar de manera efectiva el plan de paz acordado el pasado 30 de junio en Ginebra.

"Nuestra movilización debe animar al Consejo de Seguridad (de Naciones Unidas) a asumir sus responsabilidades para apoyar el plan para salir de la crisis presentado por el enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe, Kofi Annan", ha indicado.

En este encuentro, en el que no participan representantes de Rusia y de China, Hollande ha insistido en que la situación es tanto más peligrosa por el hecho de que el régimen sirio no tiene más estrategia que la violencia, y ha considerado una necesidad "política y humanitaria" hacer todo lo posible para que acabe.

"La población siria vive un drama de una amplitud inaudita", ha lamentado el presidente galo, que ha recordado que desde el inicio del conflicto en marzo de 2011 la represión ha causado la muerte de al menos 15.000 personas, la mayor parte civiles, mujeres y niños, además de decenas de miles de heridos y de desplazados.

En conferencia de prensa, el ministro francés de Exteriores ha asegurado que "la resistencia logra progresos sobre el terreno" y ha confirmado la deserción del general Mounaf Tlass, hijo de un amigo personal de Al Asad y antiguo ministro de Defensa sirio, Mustafá Tlass.

"Todos somos militantes de la causa siria", ha subrayado Fabius. La próxima reunión de este tipo, aún sin fecha, se celebrará en Marruecos. Italia ha manifestado su disposición a albergar la que pueda venir a continuación.

Ban propone reducir la misión de observadores

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha propuesto este viernes al Consejo de Seguridad que reduzca el número de observadores desplegados con la Misión de Observación de Naciones Unidas en Siria (UNSMIS) y que le dé una enfoque más político, destinado a facilitar el diálogo entre las partes.

Ban recomienda que se reduzca el componente militar de la misión, que ésta se repliegue en Damasco "para evitar riesgos" y que centre su trabajo "en el espectro de iniciativas que alimenten el proceso político" en el país, según el informe que el máximo responsable de la ONU ha enviado al Consejo y al que Efe tuvo acceso.

Más de 100.000 refugiados

Hollande ha subrayado que los llamados "Amigos de Siria" actúan en apoyo de Annan y están abiertos a todos los que comparten ese objetivo, y ha destacado la necesidad de seguir esa labor porque los resultados de Ginebra no fueron "satisfactorios".

"Quiero creer pese a todo -ha destacado- que constituye un paso en la buena dirección: la de un compromiso sincero de todos los participantes en el apoyo al principio de una transición política y a los medios para lograrla".

Más de 100.000 sirios se han refugiado en los países vecinos desde que comenzó en marzo de 2011 el conflicto en Siria y la cifra no cesa de crecer, ha alertado precisamente este viernes la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA). "Solo en los primeros tres días de julio 3.000 sirios cruzaron la frontera con Jordania", ha señalado el organismo en un comunicado, que recoge las últimas estadísticas del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

La agencia ha advertido también de que a causa de los intensos bombardeos en la región rural de Damasco, más de 200.000 personas han debido abandonar sus hogares en las últimas dos semanas.

Desde que comenzaron las revueltas populares contra el régimen de Al Asad han muerto más de 9.000 personas, la mayoría civiles, según las últimas estimaciones de la ONU. El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos eleva a 16.500 esta cifra.