El nuevo gobierno de Samarás y su plan de privatizaciones reciben el aval parlamentario
- Cuenta con el respaldo de la formación socialdemócrata y la de centro-izquierda
- El apoyo al conservador llega tras tres días de tenso debate de investidura
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El Ejecutivo del conservador Andonis Samarás y su plan de gobierno, que pone el acento en aumentar las privatizaciones para tratar de evitar los recortes exigidos por Bruselas, ha recibido el aval del Parlamento heleno después de tres días de tenso debate de investidura.
Tal y como se esperaba, no se han producido sorpresas y los 179 diputados con los que cuentan los tres partidos que apoyan al Gobierno, el conservador Nueva Democracia (ND), el socialdemócrata Pasok y el centroizquierdista Dimar, han votado a favor del nuevo Ejecutivo, compuesto por miembros de la ND y tecnócratas.
Los 121 diputados de las restantes formaciones, izquierda radical de Syriza, nacionalistas de Griegos Independientes, el Partido Comunista y los neonazis de Amanecer Dorado, han votado en contra de la investidura.
Samarás logra así el primer aval del Parlamento desde las elecciones celebradas el pasado 17 de junio en las que su partido, la ND, resultó el más votado, aunque no logró la mayoría absoluta.
Tenso debate de investidura
El debate, que se inició el viernes, ha sido bronco y lleno de polémica no sólo porque las propuestas del gobierno han despertado las iras de la oposición sino también por la presencia del partido neonazi Amanecer Dorado, con 18 diputados.
De hecho, prácticamente todos los diputados de izquierda y algunos de la derecha se ausentaron del hemiciclo cuando el sábado intervino su líder, Nikolaos Mijaloliako, y la principal formación de la oposición, Syriza, aseguró que hará lo propio cada vez que intervenga un diputado del partido neonazi.
El viernes, Samarás presentó su programa de nueve puntos que será la base de su acción de gobierno y que se centra en mejorar la eficiencia de la Administración pública reduciendo su tamaño y en aumentar el alcance de las privatizaciones para lograr fondos que reduzcan el déficit presupuestario.
“Nuestro objetico no es ganar dinero, sino atraer inversiones“
"Nuestro objetivo no es ganar dinero, sino atraer inversiones", dijo Samarás el viernes en su intervención, al tiempo que aseguró que permitirá que los fondos que han salido de Grecia en los últimos años "puedan regresar sin problemas".
De hecho, al sábado el ministro de Finanzas, Yannis Sturnaras, explicó que el gobierno planea incluso permitir que los bienes privatizados puedan ser pagados por los tenedores de deuda con los bonos soberanos helenos.
Este domingo el líder de la oposición y de Syriza, Alexis Tsipras, ha criticado duramente el programa de privatizaciones -el sábado ya había avisado de que responderá a éste con nuevas protestas- y ha recordado a Sturnaras que su deber es "proteger a los ciudadanos y no a los grupos de presión de banqueros e industriales", en referencia a su anterior puesto como director de una fundación ligada al empresariado industrial.
“No sois europeístas, sois Merkelistas“
"No sois europeístas, sois Merkelistas", espetó Tsipras a los miembros del gobierno a la que vez afirmaba que "no hay nadie más antieuropeo" que el gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel" que "pretende que la culpa de la crisis sea de los pueblos perezosos del sur de Europa".
Renegociar las condiciones del memorándum
El líder de Dimar (el socio menor del gobierno), Fotis Kuvelis, ha reiterado que la única "solución profundamente progresista y realista" es renegociar las condiciones del memorándum de medidas de austeridad impuesto por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional a cambio del segundo plan de rescate por valor de 130.000 millones de euros.
Samarás ha reiterado este domingo que "el gobierno sigue buscando la renegociación del memorándum". Sin embargo, según el diario Kathimerini, la "troika internacional", que representa a los acreedores de Grecia, ha recordado al ministro de Finanzas que el programa de reformas exigidas está muy desviado.
Por ello, advirtió de que no se concederán nuevos tramos de los préstamos ni renegociará el programa hasta que se encarrilen de nuevo las reformas. De hecho, Sturnaras reconoció que para que el nuevo gobierno pueda renegociar las condiciones "la otra parte también tiene que querer negociar (...). Si no quieren, uno tiene que esperar".