La deuda de los bancos españoles con el BCE se ha multiplicado por siete en el último año
- La banca nacional debía 337.200 millones a finales de junio
- El mes pasado, estas entidades pidieron casi 365.000 millones al banco emisor
- Supone más de un tercio de la liquidez inyectada en toda la banca europea
Los bancos españoles debían al Banco Central Europeo (BCE) un total de 337.206 millones de euros al finalizar el mes de junio, lo que supone un incremento del 17,1% respecto a la deuda de un mes antes y siete veces más de lo que debían al emisor de la zona euro un año antes.
Según datos del Banco de España publicados este viernes, sólo en el mes de junio la cuantía se incrementó en casi 50.000 millones de euros.
Pero el avance es especialmente importante con respecto al mes de junio de 2011, cuando la deuda era de 47.777 millones de euros, siete veces menos que en la actualidad.
La banca española acapara casi el 77% del total de los créditos concedidos por el BCE, que se situaron en mayo en 437.789 millones de euros.
Nuevo récord en las peticiones de liquidez
Esta deuda se ha incrementado con fuerza después de que los bancos nacionales pideran 364.887 millones de euros al BCE en junio, lo que supone un nuevo récord en la solicitud de financiación de estas entidades al emisor de la zona euro. Esta cantidad supone más de un tercio del total de liquidez pedido por el conjunto de la banca europea.
Según los últimos datos publicados este viernes por el Banco de España, las peticiones de liquidez de la banca española en junio se han incrementado en un 12,43% respecto a las registradas un mes antes.
En el sexto mes del año, las peticiones de liquidez del total de las entidades europeas al BCE alcanzaron 1,2 billones de euros.
La razón de las subidas en ambos indicadores se explica porque los mercados se han cerrado aún más a las entidades españolas después de conocerse la solicitud del rescate de su sector financiero.
Además, las peticiones españolas se han visto facilitadas al final del mes por la decisión del BCE de relajar aún más los requisitos de los activos que acepta como garantía para que las entidades europeas puedan obtener liquidez en las operaciones del instituto emisor. En el momento de adopción de esa medida, los analistas destacaron que parecía especialmente pensada para favorecer a las entidades de España.