Moody's rebaja en dos escalones la nota de deuda de Italia y la sitúa en perspectiva negativa
- De "A3" (notable bajo) a "Baa2" (aprobado)
- Los motivos: la "frágil" confianza en los mercados y el riesgo de contagio
La agencia de calificación de riesgo Moody's ha rebajado dos puntos la calificación de la deuda de Italia de "A3" (notable bajo) a "Baa2" (aprobado) y mantiene la perspectiva "negativa".
"Es más probable que Italia experimente un nuevo aumento pronunciado de los costes de su financiación o la pérdida de acceso a los mercados que cuando realizamos nuestra calificación hace cinco meses", explica en un comunicado.
Entre los motivos apunta a que la confianza de los mercados es "cada vez más frágil" y el "riesgo de contagio" procedente de Grecia y España pueden afectarle.
"El riesgo de la salida de Grecia del euro ha aumentado, el sistema bancario español va a experimentar mayores pérdidas crediticias de lo previsto y los desafíos propios de financiación de España son mayores de lo reconocido previamente", indica la nota.
Por otra parte, la agencia dice que las perspectivas a corto plazo de la economía italiana "se ha deteriorado", como muestra un crecimiento más débil y un mayor desempleo, lo que "crea un riesgo de incumplir los objetivos de consolidación fiscal".
Moody's advierte que el incumplimiento de las metas fiscales, "podría debilitar aún más la confianza del mercado, aumentando el riesgo de una interrupción súbita en la financiación del mercado". No obstante, la agencia de calificación de riesgo mantuvo calificación de corto plazo en "Prime-2".
Un sector en el disparadero
Las agencias de calificación asignan grados a las emisiones de bonos de las administraciones públicas y grandes empresas, que pagan por ello. La calificación AAA es la más alta y significa que el impago es una posibilidad extremadamente baja.
La actividad de estas compañías es objeto de grandes críticas desde el estallido de la crisis financiera en 2007, que no previeron. El propio FMI asegura que las agencias “usan y abusan del poder que tienen” y “necesitan una supervisión más estricta”.
Tribunales de diversos países, incluido Italia, han abierto investigaciones sobre varias de sus prácticas al respecto.
Las agencias alegan que solo emiten opiniones cuyos efectos dependen de la importancia que le den los inversores.