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Hollande preside, por primera vez, el desfile de la Fiesta Nacional Francesa

  • Hollande ha ofrecido tras el desfile su primera entrevista televisiva
  • El presidente francés ha pedido un "esfuerzo justo" ante la crisis

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François Hollande preside su primer desfile militar

El jefe de Estado francés, François Hollande, presidió este sábado por primera vez el tradicional desfile militar en la Avenida de los Campos Elíseos de París en el día de la Fiesta Nacional de Francia.

Hollande pasó revista a las tropas antes de presenciar desde la Plaza de la Concordia el desfile de las fuerzas del Ejército galo, que se abrió con las tropas franceses pertenecientes al contingente de las Naciones Unidas en el Líbano (Finul).

Los 135 militares representantes de esa fuerza exterior militar francesa dieron paso al desfile de 4.950 miembros del Ejército, que comenzó con el despliegue aéreo, con un total de 66 aparatos.

Nueve "Alpha jet" del Ejército galo sobrevolaron los Campos Elíseos en un desfile que concluyó con el descenso de paracaidistas en la Plaza de la Concordia.

El desfile del 14 de julio de este año llega después de que el propio Hollande anunciara el viernes la apertura de un debate sobre las necesidades de Francia en materia de Defensa que contará, por primera vez, con la participación de representantes gubernamentales del Reino Unido y Alemania.

Hollande pide un "esfuerzo justo" a su país

El presidente francés, François Hollande, ha pedido después del desfile a sus compatriotas un "esfuerzo justo" para recuperar el lugar de su país en el mundo ante el reto de la crisis económica e hizo un llamamiento a recuperar la competitividad perdida.

En una entrevista concedida después de presidir su primer desfile militar del 14 de julio, Fiesta Nacional gala, Hollande se ha explicado ante sus conciudadanos por primera vez en televisión desde que llegó al cargo hace dos meses.

Y lo ha hecho con una insistencia especial en que la lucha contra el desempleo será prioritaria durante sus cinco años de mandato, pero agregó que Francia tiene que aplicarse al mismo tiempo en recuperar la competitividad de su economía.

"Hay que hacer un esfuerzo y tiene que ser justo", ha explicado Hollande, quien ha destacado que el déficit comercial de Francia alcanza los 70.000 millones de euros, por lo que ha instado a recuperar la capacidad del país para competir con otros.

El presidente ha aludido a la herencia recibida del anterior gobierno conservador bajo la presidencia de Nicolas Sarkozy y destacó que la deuda de Francia alcanza al 90% de su riqueza, un nivel inaceptable y que obligará a recortes de gastos, aunque evitó pronunciar la palabra "rigor" o referirse a una política de austeridad.

"No excluyo ningún recurso de ingresos", ha dicho el presidente, quien ha trazado las líneas rojas que deberán respetarse a la hora de recortar gastos y que protegerán los que están destinados a financiar las políticas educativas, la justicia y la seguridad.

Hollande ha asegurado que se restablecerán las cuentas públicas

"Se trata de restablecer la cuentas públicas", ha explicado el presidente, quien ha recordado que será necesario encontrar la manera de recortar 33.000 millones de euros en las cuentas de 2013, pero ha asegurado: "Lo vamos a hacer".

Que pagen más los que más tienen

Ha reiterado que no serán las clases medias las que soportarán únicamente el "esfuerzo justo" que ha pedido a los franceses, y ha recordado sus compromisos de la campaña presidencial de hacer que paguen más los que más tienen.

En este sentido ha apelado al "deber de solidaridad" que supone el impuesto sobre las fortunas, un recurso que ha calificado de "deber de patriotismo", que ha vinculado al nuevo impuesto del 75% destinado a gravar las rentas superiores al millón de euros anuales.

En una semana en la que los franceses descubrieron el lado oscuro de la crisis económica, traducido en los 8.000 despidos anunciados por el fabricante de automóviles PSA Peugeot Citroën, el presidente no ha dudado en rechazar el plan presentado por la empresa.

"Este plan era ya un rumor", ha empezado a decir Hollande, quien ha asegurado que, tal como está presentado, el plan del fabricante es "inaceptable".

Incluso ha apuntado a que la dirección del grupo automovilístico había negado que tuviera intención de aplicar semejantes recortes de plantilla y ha vinculado el anuncio ahora, después de las elecciones, con una opción de no perjudicar los intereses electorales del presidente saliente.

"Creo que ha habido una mentira", zanjó Hollande, quien ha dicho que se renegociará el plan y que se evitarán los despidos, aunque no ha precisado detalles.

En materia europea, y preguntado por su relación con la canciller federal alemana, Angela Merkel, rehusó la creación de expresiones como "Merkhollande", para tratar de definir la existencia de un tándem director de la política de la Unión Europea.

Y ha confirmado que ambos tienen ideas diferentes, aunque ha defendido que fue por su intervención personal en el Consejo Europeo celebrado en Bruselas que la UE se dotó de un plan de estímulo del crecimiento que completa las medidas de rigor impulsadas desde Berlín.

A Hollande también se le ha interrogado por asuntos personales, en concreto por el escándalo que ha creado el "tuit" enviado en plena campaña de elecciones legislativas en junio por su compañera, Valérie Trierweiler, quien apoyó públicamente a un rival de la expareja del presidente, Ségolène Royal.

"Considero que los asuntos privados se arreglan en privado", se ha limitado a decir Hollande, quien ha asegurado que ha comunicado a sus allegados que "acepten escrupulosamente ese principio".