'Amazing Alex', centenares de puzzles para repetir el superéxito de 'Angry Birds'
- Es un juego de puzzles con objetos que simulan y respetan las leyes de la física
- En total hay cien niveles y varias horas de diversión garantizadas
- Los jugadores pueden crear escenarios y descargar los de otros usuarios
Es difícil, muy difícil, que Amazing Alex, el último lanzamiento de Rovio alcance la misma popularidad que el juego estrella de la compañía: Angry Birds.
No solo tendría que superar los 1.000 millones de descargas de los famosos pájaros enfadados, sino que también tendría que revolucionar el mercado de los juegos como hicieron 'los pájaros' en su momento: se decía que había gente que hasta se compraba un iPhone sólo para poder jugar con él.
El año pasado el presidente de la compañía aseguró que habían calculado que la gente dedica todavía 200 millones de minutos diarios en todo el planeta a lanzar pájaros contra cerdos, lo cual -se mire como se mire- es una barbaridad.
Pero bueno: nadie adivinó que el futuro de la tecnología del siglo XXI basada en la miniaturización, las pantallas táctiles y los microprocesadores gráficos superpotentes pasaría su prueba de fuego a través de lanzamientos de tirachinas. Cosas más raras se han visto, y si no que les pregunten a los rusos que inventaron el Tetris.
Un digno videojuego, pero nada revolucionario
Amazing Alex, disponible para iOS (iPhone, iPad) y dispositivos Android, es una perfecta ejecución de varios conceptos que llevan tiempo alrededor de los terminales móviles que la gente usa como videoconsolas.
Por un lado, es un juego de puzzles y niveles, decenas y decenas de ellos, que hay que ir resolviendo para progresar. Por otro, es un juego con escenarios que simulan la realidad gracias a un 'motor de leyes físicas', especialmente la gravedad.
El resultado: escenarios en los que según se coloquen los objetos chocan unos con otros, rebotan, vuelan y describen perfectas parábolas tal y como definió Newton hace siglos.
Pero seamos realistas: quien sea habitual de este tipo de juegos no lo encontrará especialmente original. Cut the Rope, por ejemplo, tiene ya unos añitos y consiste básicamente en lo mismo.
“Amazing Alex proporciona una buena relación de 'horas de diversión a cambio de dinero'“
El punto más interesante de Amazing Alex es que los escenarios son algo así como máquinas de Rube Goldberg complejos montajes en los que unos objetos se empujan e interactúan unos a otros con un objetivo aparentemente simple, como puede ser meter una pelota en un cubo o pinchar un globo.
Seguramente el buenazo de Goldberg nunca pensó que sus curiosas viñetas de objetos absurdamente coordinados acabarían brillando en un dispositivo de alta tecnología, pero esas son las sorpresas del mundo moderno.
Si a lo divertido de los juegos de puzzles, las simulaciones físicas y las máquinas de Rube Goldberg se añade que además cada uno de los cien niveles con que se vende el juego está diseñado con elegancia y, sobre todo, procurando una suave curva de aprendizaje, hay varias horas de entretenimiento detrás del precio casi simbólico del juego.
Se podría resumir en que es uno de esos juegos que proporciona una buena relación de 'horas de diversión a cambio de dinero', probablemente más incluso que la mayor parte de las películas de cine y otras formas de entretenimiento.
Los jugadores pueden crear sus propios niveles
Además de todo lo anterior, hay otro extra que no se puede dejar de mencionar: los jugadores de Amazing Alex pueden crear sus propios niveles y subirlos fácilmente a internet, para compartirlos con los demás.
El resultado es que ya hay literalmente decenas de miles de niveles extra totalmente gratuitos que se pueden descargar con un par de clics.
Los jugadores pueden crear sus propios escenarios, ponerles un nombre y subirlos a Internet. Compartirlos y descargarlos es tan fácil que el número de niveles del juego se convierte básicamente en infinito.
Rovio, la empresa que está pendiente del juego para ordeñar sus pingües beneficios, a buen seguro sabrá sacar buen partido de todos estos niveles extra, de los efectos virales al enviar el juego a los amigos y del 'tráfico humano' que va consiguiendo llevar a Facebook y otras redes sociales.
Pero, aun así, es difícil que Amazing Alex revolucione el panorama de los videojuegos actuales tal y como hicieron los Angry Birds en su día. Los pájaros prácticamente bendijeron con su interfaz táctil y lanzamientos de tirachinas la madurez de este tipo de juegos tontitos para pasar el rato.
Este nuevo juego es un buen intento, perfectamente ejecutado, que merece la pena, pero los pájaros enfadados seguramente le sacarán todavía una cabeza de ventaja al Increíble Alex en todos los rankings.