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Funcionarios cortan el tráfico de Gran Vía y Cibeles mientras el Congreso continúa blindado

  • Se cumple una semana de manifestaciones espontáneas por los ajustes
  • PSOE e Izquierda Plural consideran excesivas las medidas de seguridad

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Concentraciones de funcionarios y empleados públicos

Funcionarios de diferentes administraciones han cortado el tráfico este miércoles en Madrid, concretamente en Gran Vía a su llegada a la Plaza de Callao y en la Plaza de Cibeles.

Lo han hecho de forma intermitente como señal de protesta contra los ajustes y tras la sesión de control celebrada en el Congreso de los Diputados que se mantiene blindado con fuertes medidas de seguridad.

En Cibeles han confluido varios cientos de personas, parte de las  cuales han bajado por la calle Alcalá desde Sol procedentes de  diferentes dependencias oficiales que tienen su sede en la zona.

En concreto, en esa calle se encuentra el Ministerio de Educación, las  Consejerías de Educación y de Cultura de la Comunidad de Madrid, el  Instituto Cervantes, el Banco de España y el Ayuntamiento de la capital,  entre otras entidades.

Los manifestantes han entrado en la calzada en varias ocasiones, provocando cortes de tráfico momentáneos en una zona en la que habitualmente hay gran densidad de vehículos. Varios de ellos han indicado que las movilizaciones tendrán lugar estos días entre las 12 y las 12,30 horas.

Las medidas de seguridad se mantienen

El Congreso de los Diputados continúa rodeado de  fuertes medidas de seguridad para evitar que las protestas que se  vienen sucediendo por las últimas medidas de ajuste anunciadas por el  Gobierno se acerquen a la sede parlamentaria.

Allí ha respondido a la oposición este miércoles el presidente, Mariano Rajoy, en una sesión de control al Ejecutivo, sobre los efectos que tendrán en la economía y en el empleo las medidas adoptadas.

"Este Gobierno no puede decidir entre un bien y un mal, sino entre un mal o un mal peor" ha declarado el presidente del Ejecutivo, quien ha añadido que ha optado por la vía "más dura y difícil" pero que, a su juicio, marcará el camino para la salida de la crisis  económica, la reducción del déficit público y la creación de empleo.

Desde que el pasado miércoles Rajoy informara de su nuevo plan de  recortes, los alrededores de la Cámara Baja acogieron diversas  concentraciones espontáneas, la primera de las cuales coincidió con  la sesión plenaria en la que el jefe del Ejecutivo anunciaba sus  medidas, lo que le obligó a tener que abandonar el Congreso por la  puerta de atrás.

Al día siguiente se registró otra manifestación más en la que hubo  incluso lanzamiento de huevos contra la fachada de la Puerta de los  Leones, por lo que el viernes la Policía optó por acordonar las  inmediaciones del Palacio de la Carrera de San Jerónimo,  restringiendo el tránsito de ciudadanos.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía tienen establecido desde  entonces un cordón vallado en la Carrera de San Jerónimo tanto por la  entrada de la calle de Cedaceros como por el acceso desde la Plaza de  Cánovas de Castillo (Neptuno).

Los policías controlan el paso tanto de vehículos como de  peatones  y aconsejan a los ciudadanos que den un rodeo para evitar  atravesar la Carrera de San Jerónimo o la calle Zorrilla, el acceso  trasero del Congreso.

El Congreso, un espacio inviolable

Tanto el PSOE como la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) coincidieron el martes en calificar de "excesivo" el dispositivo policial que rodea  el Congreso.

La misma crítica ha lanzado este miércoles el  coordinador general de IU, Cayo Lara, quien ha aprovechado la  pregunta que ha dirigido al presidente en el Pleno para pedirle que retire  la seguridad de los alrededores de la Cámara Baja. "Esto parece el  G-20 y el pueblo no es el enemigo", ha añadido.

El portavoz parlamentario del PP, Alfonso Alonso, también ha admitido que "no le gusta" ver la Cámara Baja blindada, pero ha apuntado que es el Ministerio del  Interior el encargado de tomar este tipo de decisiones.

Por su parte, fuentes de este Ministerio que dirige Jorge Fernández Díaz han declarado que el Congreso es "un espacio inviolable" y que por ello debe tener una seguridad adecuada.

Los policías defienden el blindaje

Los dos sindicatos mayoritarios de la Policía Nacional -SUP y CEP- han defendido que el blindaje del Congreso es una medida “necesaria y adecuada”.

En respuesta a las críticas recibidas, el portavoz del SUP, José María Benito, ha afirmado que el dispositivo policial desplegado no es una decisión “excesiva”, sino más bien “normal”, dado que “nadie puede tomar el Congreso”.

“Hay que protegerlo como sea”, ha añadido Benito.

Asimismo ha recordado que “manifestarse delante del Congreso cuando éste está reunido es delito tipificado en el Código Penal” y por el momento "se está consintiendo y no se está procesando a nadie".

Por su parte, el portavoz de la CEP, Lorenzo Nebrada, ha recordado que ya se produjo este blindaje durante las movilizaciones del 15-M, y aunque entiende que las manifestaciones se dirijan al lugar donde se anunciaron los recortes, defiende que blindarlo es “apropiado” para hacer cumplir la ley.

Asimismo ha destacado que los policías también están indignados con los recortes y mostrarán su malestar en la manifestación convocada para el próximo jueves.