Los indígenas expulsan a soldados colombianos de una base militar del Cauca
- Los militares han sido expulsados a empujones de la base militar en Toribío
- Juan Manuel Santos, ha rechazado la actitud de los indígenas
Un centenar de soldados colombianos han sido expulsados a empujones de una base militar en Toribío (Cauca) por indígenas de la etnia nasa que quieren recuperar el control de sus territorios, en los que no cesan los enfrentamientos entre el Ejército y la Policía con la guerrilla de las FARC.
La acción la llevó a cabo un numeroso grupo de aborígenes tras expirar la pasada medianoche un ultimátum dado tanto a la fuerza pública como a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para que salieran de sus tierras ancestrales en el departamento del Cauca.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, rechazó la actitud de los indígenas contra los militares y reiteró que la fuerza pública no abandonará esta zona del suroeste y ninguna otra del país.
Santos no permitirá "ataques contra quienes nos defienden"
"Como presidente de todos los colombianos rechazo categóricamente dicha actitud", dijo Santos quien advirtió que no iba a permitir "ataques contra quienes nos defienden".
"Todo tiene un límite", subrayó, aunque reiteró que su Gobierno "respeta" a las comunidades indígenas y ha expresado su deseo de dialogar con ellos.
El desalojo de la fuerza pública "pone más tensa la situación", advirtió el secretario de Gobierno de Toribío, José Miguel Correa, en declaraciones a Efe.
Correa observó que Berlín, el cerro donde estaban apostados los militares y que acoge antenas de telecomunicaciones civiles, fue tomado por centenares de nasas o paeces, liderados por la Guardia Indígena.
Los aborígenes dieron así apoyo al centenar de guardianes nativos que el pasado 12 de julio se encaramaron en el cerro y desde entonces convivían con las tropas de la Fuerza de Tarea Apolo.
"Se han presentado fricciones", informó el secretario de Gobierno de Toribío, donde el presidente Juan Manuel Santos celebró hace una semana un consejo de ministros para analizar la grave situación en la zona.
Los soldados se vieron obligados a retirarse hasta la parte baja del cerro a la espera de instrucciones de sus superiores.
El general Jorge Humberto Jerez, comandante de la Fuerza Apolo, recordó a los periodistas en el lugar de los hechos que Santos y el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, han dejado claro que las fuerzas de seguridad no serán retiradas.
"Es una situación difícil", admitió el oficial, sobre cuyos hombros descansa la tarea de acabar con los reductos de las FARC que actúan en esa región del suroeste de Colombia.
También confirmó que sus tropas en Berlín han sido agredidas por los aborígenes y han afrontado hostigamientos guerrilleros.
Las autoridades reconocieron así las dificultades surgidas por la decisión de los nativos de completar la expulsión de los actores armados y asumir el control, en ejercicio de la autonomía que les concede la Constitución.
Destrucción de barricadas y trincheras
El desalojo de Berlín siguió a la destrucción de barricadas y trincheras policiales en Toribío y al desalojo de los guerrilleros que mantenían dos controles de carreteras en ese área rural en la última semana.
"El resultado (del desalojo de los guerrilleros) es muy ambiguo, porque dicen que se van, pero se quedan rondando en los alrededores", explicó a Efe el representante legal de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acín), Carlos Andrés Alfonso.
En medio del caos, algunos en el Cauca aseguran que los nasas están infiltrados por las FARC, lo que no ha descartado de plano por el alcalde de Toribío, el nasa Ezequiel Vitonás.
"Puede haber infiltraciones por parte de la guerrilla y también por parte del Ejército", expresó el alcalde en declaraciones al Diario Occidente, periódico virtual con sede en la ciudad de Cali, capital del vecino departamento del Valle del Cauca.
Vitonás, en todo caso, confió en que el Gobierno acepte un diálogo para determinar cómo manejar la presencia de tropas en la zona.
Garzón se reúne con los indígenas
En este sentido, los indígenas dieron la noche del domingo un paso al reunirse con el exjuez español Baltasar Garzón en Miranda, población cercana a Toribío, a quien expusieron la situación.
Garzón, quien también confió el lunes en el diálogo, viajó a Miranda en calidad de asesor de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP), instituida por la OEA.
Pero el representante legal de la Acín sostuvo que no hay claridad sobre el papel de Garzón, ya que los nativos habían propuesto que fuera su interlocutor con el Gobierno, pero el exjuez manifestó que había viajado al Cauca sólo a petición de los nativos y que sólo se reuniría con Santos si el presidente se lo pide.