El supermercado virtual en las estaciones de metro llega a Barcelona
- Se ha instalado en la estación de metro de Sarriá, en Barcelona
- Es la primera experiencia de este tipo en toda Europa
- Los clientes compran fotografiando un código especial junto a los productos
Sorli Discau es una cadena de alimentación catalana que ha decidido subirse al carro de las nuevas tecnologías y ha puesto en marcha una experiencia piloto a imitación de otras que ya se habían visto en Corea del Sur, Australia y Estados Unidos: el supermercado virtual en las estaciones de metro.
La idea consiste en decorar un gigantesco muro con fotografías de estanterías de supermercado, ofreciendo a quienes pasan por allí una suerte de expositor similar al que ya conocen de las tiendas.
En unos pocos metros pueden incluirse unas 400 referencias distintas, que los clientes consultan y eligen como harían en un supermercado convencional.
Junto a cada producto está indicado el precio y hay un código QR cuadrado, a modo de 'código de barras' que contiene en sus píxeles en blanco y negro más información de la habitual.
Basta con fotografiar el código QR
Los productos se compran simplemente fotografiando esos códigos QR con cualquier teléfono inteligente mediante una aplicación especial.
Una vez cargados en el 'carrito virtual' se completa el pedido con los datos personales y te lo mandan todo cómodamente a casa ese mismo día.
Elegir una estación de metro (en este caso, Sarriá) no es una decisión cualquiera: por allí pasa mucha gente, que puede aprovechar el tiempo para hacer algo útil mientras espera a que llegue el metro.
“Las estanterías pueden atraer entre un 10 o 15% de los pasajeros“
Los responsables de la cadena han calculado que pueden atraer a un diez o quince por ciento de los 10.000 pasajeros que deambulan cada día por la estación.
La experiencia de momento está en pruebas y los beneficios se destinarán a la Fundació Bancs Dels Aliments. Como explican sus responsables, además innovar no cuesta tanto: el presupuesto para poner todo el montaje en marcha han sido unos 60.000 euros, una cantidad más que razonable.
En experiencias similares como la de Home Plus en Corea, las ventas on-line se duplicaron a las pocas semanas de estar en funcionamiento: resultó ser una buena idea que nos acerca al que podría denominarse 'el supermercado del futuro'.