Ban Ki-moon urge a actuar al Consejo de seguridad tras el atentado de Damasco
- Rusia y China bloquean una resolución con sanciones a Siria
- La votación de esta resolución se ha pospuesto a este jueves
- "Necesitamos liderazgo efectivo de la ONU", dice el jefe de los observadores
- Jordania advierte que el atentado es un punto de inflexión
El secretario general de la ONU, Ban ki-moon, ha condenado el atentado de Damasco en el que han muerto tres importantes altos cargos de la seguridad siria y urge al Consejo de Seguridad a actuar ya "cumpliendo sus obligaciones" bajo la Carta de Naciones Unidas.
"El secretario general está alarmado por la intensificación de la violencia en Siria y condena con firmeza el ataque con bomba contra sede de la Seguridad Nacional que dejó numerosas víctimas, incluida la muerte de oficiales del Gobierno", ha afirmado el portavoz de Ban, Martin Nesirki, en un comunicado de prensa.
El Consejo de Naciones Unidas tampoco ha conseguido este miércoles ponerse de acuerdo sobre una resolución de condena a Siria, especialmente por el bloqueo de Rusia y China. A petición de Kofi Annan, los miembros permanentes de este órgano han retrasado hasta este jueves la votación de un proyecto de resolución occidental que impondría sanciones al régimen de Bachar al Assad.
"El factor tiempo es una prioridad esencial en estos momentos. El pueblo sirio ha sufrido ya demasiado tiempo y el actual baño de sangre tiene que llegar a su fin lo antes posible", ha añadido el portavoz del secretario general en el mismo comunicado de prensa distribuido en la sede de la ONU en Nueva York.
Ban ha asegurado estar "gravemente preocupado" por informes que dicen que continúa el uso de armamento pesado contra civiles por parte de las fuerzas de seguridad sirias, "incluso en la zona de Damasco", a pesar de las "repetidas garantías" del Gobierno de que pondría fin al uso de ese tipo de arma
Termina la misión de observadores
El general Robert Mood ha abandonado este jueves su hotel en Damasco, marcando así el final de la misión de observación que durante 90 días han llevado a cabo el grupo de mediadores de la ONU.
"Me voy con la satisfacción de que yo, junto a 400 hombres y mujeres valientes, lo hemos hecho lo mejor posible, bajo unas circunstancias muy difíciles", ha declarado Mood.
"Por el bien del pueblo sirio necesitamos un liderazgo efectivo del Consejo de Seguridad y una unidad genuina en torno a un plan político que cumpla con las aspiraciones del pueblo sirio y sea aceptado por todas las partes", ha añadido.
Punto de inflexión
Por su parte, el primer ministro jordano, Fayez Tarauneh, ha considerado el atentado de Damasco como "un punto de inflexión muy importante en los últimos dieciséis meses y un suceso peligroso" en el conflicto del país, según ha comentado en una entrevista al canal por satélite jordano Roya.
En este sentido, ha apuntado que Al Qaeda podría aprovechar el caos en Siria para acceder al arsenal químico del régimen. Según ha explicado en la CNN, en el “peor caso” el movimiento extremista ya podría tenerlas en su mano, informa France Presse.
Por otro lado, el jefe del Gobierno de Jordania, que se ha mostrado contrario a una intervención militar extranjera en Siria, ha culpado de la situación siria a la insistencia del régimen en buscar "una solución de seguridad" y en ignorar la opción política a través del diálogo.
Al tiempo, el primer ministro jordano ha negado que esté recibiendo presiones para cambiar su actitud sobre Siria. "Jordania nunca ha sido una base militar para lanzar ataques contra ningún país –ha aseverado Taraunhe-. Y nosotros somos capaces de defender nuestras fronteras".
En los últimos meses, el número de refugiados sirios en Jordania, especialmente en la zona norte, ha aumentado de tal forma que Tarauneh ha afirmado este miércoles que “todas las opciones están abiertas” para proteger esta zona.
"Nuestro deber es proteger a los ciudadanos jordanos, al mismo tiempo que desarrollamos una labor humanitaria acogiendo a los hermanos sirios que han buscado refugio en Jordania", agregó.
En Egipto, la policía ha dispersado por la fuerza una manifestación contra el presidente Bachar al Assad que pedía la restricción de los lazos egipcios con el régimen sirio, según Efe que cita al diario Egypt Independent.
Según esta misma fuente, los asistentes fueron dispersados con gases lacrimógenos cuando intentaban quitar la bandera siria para sustituirla por la enseña de la revolución. El pasado febrero, Egipto llamó a consultas a su embajador en Damasco, después de que la Liga Árabe retirara sus embajadores.