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Cinco consejos para combinar 'gadgets' y playa

  • La arena, el agua y la crema solar son los tres grandes enemigos de los gadgets
  • Hay que tener cuidado para que con las altas temperaturas no se sobrecalienten
  • Existen muchas soluciones, como las bolsas de plástico aislantes que protegen

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Muchos son incapaces de disfrutar del verano sin ir acompañados de algún dispositivo electrónico, pero la playa o la piscina pueden ponerlos en peligro.
Muchos son incapaces de disfrutar del verano sin ir acompañados de algún dispositivo electrónico, pero la playa o la piscina pueden ponerlos en peligro.

Ahora que llegan los meses de vacaciones muchas personas se llevan también sus gadgets a la playa: teléfonos inteligentes y BlackBerries, tabletas, reproductores de MP3… Cada vez es más difícil separarse de ellos, ya sea para mantener el contacto con el trabajo o por puro entretenimiento.

En algunos casos -por ejemplo el de los libros electrónicos- ya han reemplazado a otros formatos, así que irse con ellos a ese entorno hostil que puede ser la arena de la playa es casi la única opción.

Dejando aparte el asunto de que si se está de vacaciones se está de vacaciones -y de que la orilla de la playa está para relajarse y quitarse el estrés y no para estar mandando correos electrónicos o mensajitos a Facebook- he aquí cinco consejos para, en caso de tener que ir con aparatos eléctricos al lugar de vacaciones, al menos hacerlo con ciertas garantías y evitar problemas.

La arena es tu enemiga

En la lista de los archienemigos de los gadgets la arena ocupa un lugar destacado. No solo puede acabar metiéndose por cualquier ranura abierta -que lo hará- sino que también raya las pantallas, se puede colar en el interior de las lentes de las cámaras fotográficas y estropear los delicados mecanismos miniaturizados de muchos aparatos.

Una solución de baja tecnología es meter los gadgets en una bolsa de plástico aislante, como las de congelar alimentos

Las propias fundas de los gadgets (cámaras, teléfonos) raras veces están preparadas para ofrecer el aislamiento adecuado con un sellado perfecto -aunque se pueden comprar algunas específicamente para mayor protección por unos pocos euros.

Como ventaja adicional, las bolsas de plástico protegen, aunque sea poco, de otro de los grandes enemigos de la electrónica: el agua.

Huye con tus gadgets del agua como si fuera lava ardiendo

El agua y la electricidad nunca se han llevado muy bien; unas pocas gotas sobre cualquier aparato -por no hablar de una inmersión, por poco que dure- pueden resultar mortíferas para cualquier teléfono, tableta, cámara o reproductor de MP3.

Y no solo es que en las playas haya mucha agua (salada y corrosiva, para colmo): también está en piscinas, en los niños que se lanzan a por los gadgets según han salido de remojarse y en las salpicaduras de los vecinos de sombrilla. La regla aquí es 'agua: simplemente di NO'.

El agua y la electricidad nunca se han llevado muy bien

La mejor idea al respecto, si hay gadgets de por medio, es rehuir del agua como precaución: si vas a la playa, no lleves aparatos. Si bajas a la piscina, deja la tableta en casa. De llevar un portátil completo, mejor ni hablar.

Pero si por alguna razón es necesario o irresistible llevar algún aparato, meterlo en su funda y luego en una bolsa aislante es al menos una idea cauta.

Hay quien también practica como solución envolver en papel celofán de cocina los aparatos en cuestión -y a veces hasta los que son táctiles funcionan.

Cuidado con las altas temperaturas

Los aparatos modernos aguantan muy bien el frío, pero se achicharran a las primeras de cambio. Incluso a temperaturas de 30-35 grados debido a su propio calentamiento (que empeora si se usa el GPS, la cámara y otras funciones) pueden empezar a fallar.

Si estamos hablando de días de 40 grados, muchos simplemente no arrancarán, mostrarán un icono de aviso o se calentarán tanto que no se podrán ni coger con la mano.

El primer consejo es mantenerlos siempre a la sombra y a ser posible dentro de alguna bolsa, como si tratáramos de conservar cubitos de hielo.

En caso de que se hayan recalentado, apagarlos y quitarles la batería, e incluso meterlos en la nevera al llegar a casa para enfriarlos rápidamente.

El calentón no tiene por qué ser mortal para la electrónica del aparato, pero desde luego no le va a hacer ningún bien.

La crema solar puede dañar los gadgets

Después de la arena y el agua, hay otro producto que para las personas resulta casi vital pero para los aparatos puede ser destructivo: la crema solar.

Quien acabe de embadurnarse de crema protectora no debería pulsar teclas en un teléfono ni mover los dedos por la pantalla de una tableta o lector de libros.

El problema es que los productos químicos de esas cremas pueden atacar plásticos, hacer que los gadgets pierdan su color y, en el caso de las pantallas, quedarse con manchas, deformaciones o colores extraños. Así que, otro sencillo recordatorio: crema solar y gadgets no combinan.

Una segunda vida para los gadgets viejos

Ante este panorama, algunas personas pueden también preferir una solución drástica: reemplazar los nuevos gadgets por los muletos o aparatos de la generación anterior que anden por casa sin uso real.

Seamos realistas: para llevarse un teléfono a la playa y hablar o enviarse un Whatsapp en caso de emergencia tampoco hace falta el último modelo de iPhone: cualquier viejo Nokia puede servir.

Lo único que hace falta es recopilar alguno de esos viejos gadgets antes de salir de casa, encontrar los cargadores y comprobar que las baterías funcionan razonablemente bien.

Seamos realistas: para llevar un telefóno a la playa no hace falta un iPhone, cualquier otro sirve

Luego bastará con cambiar con cuidado los SIM telefónicos en el caso de los móviles o cargar la música o libros desde el ordenador antes de comenzar a usarlos.

De ese modo se podrá usar el viejo teléfono o el MP3 sin estrés alguno: sin preocuparse de si les entra arena o no, si se mojan un poco, se calientan… porque son gadgets que ya cumplieron con su vida útil.

No estará mal meterlos en una bolsa o una funda, pero si se chamuscan o mojan y estropean definitivamente… tampoco habrá sido una gran pérdida.