Siete mineros mueren tras una explosión en un yacimiento de carbón en el norte de México

• Los hechos se han producido al estallar una bolsa de gas acumulado
• La empresa responsable tiene la documentación "en regla"

Un total de siete mineros que habían quedado atrapados este miércoles en un yacimiento de carbón del norte de México a causa de una explosión han fallecido en el accidente. Fuentes de protección Civil han señalado que ya se han recuperado dos cuerpos, informaron fuentes de Protección Civil.

Los hechos se han producido esta mañana en el municipio de Múzquiz, en el estado norteño de Coahuila, al estallar una bolsa de gas acumulado mientras se hacían labores de extracción de carbón.

Los primeros datos sobre el rescate de las víctimas son confusas. En un primer momento, el encargado de emergencias de Protección Civil de Coahuila, Juan Antonio Ibarra, al que cita a Efe, había señalado la recuperación de dos de los cadáveres, pero luego otras fuentes han explicado que eran seis los cadáveres rescatados.

Ibarra ha proporcionado la identidad de los dos primeros: Fidencio Sánchez Arellano, de 32 años, y Omar Efraín Ramírez Almansa. Las otras cinco víctimas mortales tenían edades comprendidas entre los 22 y los 39 años.

Documentación de la empresa "en regla"

El titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Coahuila, Jorge Luis Morán Delgado, ha lamentado el "grave accidente" ocurrido a las 8.30 hora local (12.30 GMT) y ha detallado que el siniestro se ha producido en una zona "no muy profunda" de la explotación carbonífera.

El funcionario estatal ha señalado que la explotación, denominada "Deborquez" y localizada en el ejido de La Florida, pertenecía a la empresa Minera El Progreso, y "al parecer contaba con su documentación en regla". Todos las víctimas eran originarias de ese estado y por lo menos en dos casos se puede tratar de parientes.

El suceso más grave de los últimos años fue el de la mina de carbón de Pasta de Conchos, localizada en el municipio de San Juan de Sabinas, en febrero de 2006, en el que 65 mineros murieron tras una explosión por acumulación de gas grisú.

En aquel caso solo dos de los cadáveres fueron recuperados de la mina del Grupo México, empresa que fue criticada por no haber tenido suficientes medidas de seguridad.