Desvelan el origen terrestre de las serpientes
- Descubren fósiles que sitúan su origen lejos del agua, como se creía
- Los científicos los califican como el 'eslabón perdido' entre lagartos y serpientes
- Son los restos de serpiente más primitivos encontrados hasta el momento
Un grupo de científicos ha descubierto los fósiles de serpiente más antiguos localizados hasta la fecha, que podrían ser el 'eslabón perdido' entre lagartos y serpientes.
Según la investigación, publicada en la revista Nature, estos animales probablemente pudieron surgir por la evolución de un grupo de reptiles terrestres que perdieron sus extremidades.
La importancia del descubrimiento reside en que hasta ahora se pensaba que el origen de las serpientes estaba en el mar. Sin embargo, los nuevos fósiles que pertenecen a la especie Coniophis precedens, muestran serios indicios del origen terrestre de esta clase de reptiles.
El debate sobre los orígenes de las serpientes siempre ha sido complejo debido a que el número de fósiles en transición descubierto es relativamente escaso, aunque el hallazgo podría esclarecer cómo y cuandó estos reptiles comenzaron a evolucionar de forma diferente a los lagartos.
“Los restos fósiles tienen cuerpo de serpiente y cabeza de lagarto“
Según Nicholas Longrich, experto de la Universidad de Yale, la criatura descubierta en Wyoming (EE.UU.) vivió en un ambiente de llanura pantanosa hace unos 65 o 70 millones de años pero "carece de adaptaciones para la locomoción acuática". Por este motivo considera que es un reptil de transición entre los reptiles con patas y las serpientes.
Además, "los fósiles combinan un cuerpo de serpiente y una cabeza de lagarto", aseguran los expertos en el artículo. También "es muy probable que tuviera unas patas pequeñas", apunta Longrich en declaraciones recogidas por la BBC.
El reptil se alimentaba de otros animales no muy grandes y las características de su columna vertebral y el análisis de su mandíbula sugieren que ingería cuerpos blandos y de pequeño tamaño. Además, sus características morfológicas apuntan a que la Coniophis precedens era un reptil excavador.
Esta morfología diferencia a la serpiente primitiva de los ejemplares actuales, que cuentan con unas mandíbulas flexibles, y que les permiten tragar animales mucho más grandes que su propio peso.