López Obrador acusa al Gobierno de ocultar información sobre la financiación ilícita del PRI
- Obrador presenta tarjetas del banco Monex que sirvieron para comprar votos
- A su vez, el PRI le acusa de fraude y Obrador les invita a que presenten pruebas
- El tribunal electoral decidirá a finales de agosto sobre la nulidad de los comicios
La izquierda mexicana liderada por Andrés Manuel López Obrador reta al virtual presidente electo, Enrique Peña Nieto, a rebatir con “pruebas” ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) el lavado de dinero que presuntamente ocurrió a favor del PRI durante la pasada campaña electoral y acusa al Gobierno de ocultar información.
"Estamos hablando", ha añadido el candidato del Movimiento Progresista, "de miles de millones de pesos" de procedencia ilícita dirigidos a la campaña del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y gestionado por el banco Monex para la compra de al menos cinco millones de votos.
López Obrador ha mostrado cinco tarjetas de las muchas que, según él, distribuyó el banco Monex en Tabasco para promover el voto por Peña Nieto.
Como prueba, López Obrador entregará al Tribunal Electoral de México una relación de 4.891 personas que recibieron tarjetas de esta institución financiera y llama a la ciudadanía a “que sigan aportando pruebas en las asambleas informativas que se llevarán a cabo el domingo en 142 plazas del país. Este órgano tiene de plazo hasta el 31 de agosto para pronunciarse sobre la nulidad de los pasados comicios presidenciales.
"Tenemos testimonios, pruebas que fueron notariadas donde los ciudadanos dan a conocer qué les ofrecían (...) a cambio de votar por el PRI", ha reiterado el candidato izquierdista. "No van a poder ocultar este hecho tan reprobable de querer comprar la Presidencia de México", ha afirmado.
En este sentido, pide al tribunal electoral que solicite "a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y a la Secretaría de Hacienda que Monex informe sobre todos los contratos para la dispersión de tarjetas suscritos por empresas o prestanombres de Pena Nieto y del PRI", al estimar que fueron distribuidas unas 260.000 tarjetas que habrían costado más de mil millones de pesos (unos 73,5 millones de dólares).
"No tengo duda de que es lavado de dinero", ha apuntado el dirigente de la izquierda.
Ocultan información
"Si nosotros estamos aportando estas pruebas, imagínense lo que podrían saber, si no es que ya lo saben, los funcionarios de Hacienda y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores CNBV)", ha comentado.
"Ya en el Gobierno federal saben de lo que se trata", ha apuntado López Obrador, que dijo desconocer por qué "razón no dan a conocer lo que saben sobre el uso del dinero de procedencia ilícita en beneficio de Peña Nieto".
"No les va a funcionar el ocultar información, porque nosotros somos muy perseverantes y no vamos a quitar el dedo del renglón" ha aseverado en referencia a los funcionarios del Gobierno federal y magistrados del TEPJF.
El PRI contraataca
Tras estas acusaciones, ahora es el PRI quien carga contra López Obrador por eludir presuntamente la fiscalización de gastos de su campaña al triangular los recursos a través de organizaciones civiles. Una denuncia que Obrador atribuye a la "desesperación" y al "nerviosismo que tienen los señores del PRI". En este sentido, ha retado a Peña Nieto a un debate con pruebas sobre esta cuestión este mes o el próximo.
"Invito a Peña Nieto para que, frente a los medios de comunicación, hablemos de este tema, de lo que tenemos, del dinero que poseemos, de nuestros bienes, cómo los hemos adquirido y quién compró votos y quién no en la elección presidencial, con todas las pruebas", ha manifestado sugiriendo la sede del TEPFJ como lugar del encuentro.