Rumanía decide si aprueba la destitución de su presidente, Traian Basescu
- La clave está en el número de rumanos que vayan a votar
- El referendum solo será valido si se supera el umbral del 50%
- Un requisito difícil debido al desencanto ciudadano con la clase política
Tras tres meses de crisis política que ha suscitado una gran preocupación de la Unión Europea y los Estados Unidos, unos 18 millones de rumanos decidirán este domingo si aprueban o no la destitución del presidente Traian Basescu, de centro-derecha.
Este referéndum depende de una cuestión clave: el número de rumanos que asistan a las urnas. Y es que el referéndum solo se validará si más de la mitad de los votantes registrados acuden a las 18.000 oficinas abiertas en todo el país y en el extranjero, donde viven casi tres millones de emigrantes rumanos.
Los colegios electorales estarán abiertos excepcionalmente desde las 7.00 hora local (06.00 hora peninsular) y 11.00 hora local (22.00 hora peninsular). Otras oficinas abrirán a lo largo de la costa del Mar Negro muy frecuentada por los turistas.
Por ello, la Unión Social-Liberal (USL), se ha esforzado por movilizar a los votantes y cumplir así uno de sus objetivos: la destitución de Basescu, a quien acusa de anular sus prerrogativas. No obstante, los analistas vaticinan que será difícil conseguir una participación de más del 50% en un país donde la abstención está batiendo récords debido al desencanto con una clase política criticada por su nepotismo.
Por otro lado, los partidarios del presidente Traian Basescu han llamado a boicotear este referendum. "El domingo, no iremos a votar para no legitimar un golpe de Estado", ha precisado Basescu, en referencia a los procedimientos alentados por sus opositores de centro-izquierda.
Bruselas ha acusado al gobierno rumano dirigido por el Primer Ministro Victor Ponta de haber violado "sistemáticamente" el imperio de la ley, atacando incluso a la Corte Constitucional y a los jueces.
Sin embargo, el referéndum resulta clave para tratar de poner fin a la crisis política en uno de los países más pobres de la Unión Europea. Si la participación no se alcanza, el presidente Basescu, deberá continuar en el cargo hasta 2014, aunque la convivencia con la USL se preve difícil. Si la participación supera el umbral requerido para que Basescu abandone el poder, se celebrarán elecciones anticipadas en una plazo de 90 días.