Roca, el cerebro de Malaya, se pregunta por qué le piden más cárcel que al asesino de Mari Luz
- Roca lamenta "profundamente el daño causado a Marbella" con la causa
- El juicio del caso Malaya queda visto para sentencia
- Se ha prolongado durante 22 meses en 199 sesiones desde 2010
- La sentencia del caso no estará hasta dentro de seis u ocho meses
El presunto cerebro de la mayor trama de corrupción conocida en España, el caso Malaya, Juan Antonio Roca, ha pedido este lunes al tribunal y a las acusaciones que reflexionen sobre por qué a asesinos como Santiago del Valle, condenado por la muerte de Mari Luz, se les pide menos años de prisión que a él.
En el trámite de su última palabra en la última jornada del macrojuicio, Roca ha asegurado que en junio de 2010, Santiago del Valle, le preguntó mientras cenaba en la cárcel qué delito había cometido para que le pidieran más pena de cárcel que a él y "la verdad no supe qué contestarle", ha agregado el acusado.
También ha recordado a otro recluso condenado por asesinar, descuartizar y meter en una maleta a su mujer que ya disfruta de un permiso de tercer grado.
Además, Juan Antonio Roca ha lamentado "profundamente el daño que se ha causado a Marbella y a los ciudadanos con motivo de esta causa".
Roca ha querido recordar a la Sala que si se cumple la petición de cárcel que le pide la Fiscalía pasará el resto de su vida en prisión y ha añadido que éste será el séptimo verano privado de libertad "y, si Dios no lo remedia, voy a pasar mi séptima Navidad en prisión".
Visto para sentencia tras 22 meses de juicio
El juicio ha quedado hoy visto para sentencia después de 22 meses de vista oral y 17 acusados de 86 procesados han hecho uso de su derecho de la última palabra, y muchos de ellos no han podido resistir las lágrimas. El juicio arrancó el 27 de septiembre de 2010 y ha necesitado 199 sesiones en las que han declarado unos 400 testigos y peritos.
Los que han hecho uso del turno de última palabra han proclamado su inocencia entre sollozos y han denunciado, en su mayoría, el sufrimiento padecido y los profundos daños que consideran irreparables.
Algunos de los acusados que no han podido hablar debido a su estado de nerviosismo, como ha sido la exalcaldesa de Marbella, Marisol Yagüe, que llevaba varias sesiones de la vista oral sin comparecer debido a un agravamiento de la depresión que padece desde finales de los 90.
Otros acusados, como la ex primer teniente de alcalde, Isabel García Marcos, considerada el azote del fallecido alcalde de Marbella, Jesús Gil, durante muchos años, han pedido a la Sala que le devuelvan la fe en la justicia y ha terminado con una frase taurina, según sus propias palabras, "que Dios reparta suerte".
Sentencia en seis u ocho meses
Por su parte, el presidente del tribunal, José Godino, ha asegurado que dictará una sentencia en un plazo de seis a ocho meses y que será una resolución "justa sin necesidad de ningún otro calificativo" y con "absoluta independencia e imparcialidad".
Godino ha expresado su agradecimiento a las instituciones que han puesto los medios personales y materiales para la celebración de un juicio "de esta naturaleza" y ha destacado la profesionalidad de sus compañeros magistrados y la colaboración de todas las partes personadas en el procedimiento.
También ha asegurado sentirse "orgulloso" de todos los funcionarios que han ayudado a hacer posible el desarrollo de la vista oral e incluso ha recordado a los periodistas que "día a día casi dos años han ofrecido una información veraz y objetiva de lo acontecido en las sesiones de este plenario".
Aunque el juicio comenzó con 95 procesados sentados en el banquillo de un total de 98, ya que tres se encuentran en busca y captura: el empresario José Manuel Carlos Llorca y los exediles del Ayuntamiento de Marbella Francisco Javier Lendínez y Carlos Fernández, finalmente han sido 86 (tras la retirada de acusación para nueve procesados y el acuerdo con tres).
Tres exalcaldes, concejales, empresarios -vinculados a los sectores de la construcción, los toros o el fútbol- y abogados han sido los protagonistas, y también ha habido numerosas alusiones al fallecido Jesús Gil, que fue alcalde de Marbella entre 1991 y 2002, unos años antes de que arrancara la investigación judicial de la trama de corrupción, que comenzó a finales de 2005 y se destapó en marzo de 2006 con la primera fase de detenciones.
La Fiscalía Anticorrupción pide una pena de 30 años de prisión y una multa de 810 millones de euros para Juan Antonio Roca, para la exalcadesa, Marisol Yagüe, la petición fiscal es de 16 años de prisión, mientras que para el exalcalde Julián Muñoz es de diez años y para la ex primer teniente de alcalde Isabel García Marcos, de 12 años.
La investigación judicial del caso comenzó a finales de 2005 y tuvo como consecuencia una medida inédita en la historia democrática: la disolución del Ayuntamiento de Marbella en abril del 2006 y la constitución de una comisión gestora hasta las elecciones del 2007.