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Se reanuda el juicio del grupo ruso Pussy Riot tras un aviso de bomba falso en el tribunal

  • Las Pussy Riot están acusadas de gamberrismo motivado por odio religioso
  • El tribunal ha recibido una llamada telefónica anónima avisando de la bomba

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El tribunal Jamóvniki de Moscú, donde juzgan a tres integrantes del grupo punk ruso Pussy Riot por cantar en la catedral de Cristo Salvador contra el presidente ruso, Vladímir Putin, ha reanudado la sesión tras haber sido evacuado este jueves por amenaza de bomba, según han informado fuentes judiciales a la agencia Efe.

"Los artificieros comprobaron que no hay ningún artefacto explosivo en  el edificio" ha declarado la portavoz del tribunal.

Tras recibir "una llamada telefónica anónima avisando de que había una bomba en el edificio", se dio una orden de evacuación. "Todas las personas que se encontraban en el edificio fueron evacuadas", declaraba la portavoz.

Poco después, la oficina de prensa del tribunal ha indicado que la persona que dio el aviso de bomba demandó la puesta en libertad de las integrantes de Pussy Riot sometidas a juicio.

El aviso de bomba se produce un día después de que los abogados de la defensa del grupo Pussy Riot se quejaran del trato que las integrantes de la banda reciben en prisión, donde supuestamente les están privando de sueño y de comida.

Las acusadas, Nadezhda Tolokónnikova, Yekaterina Samutsévich y María Aliójina afrontan el cargo de gamberrismo motivado por odio religioso, delito que el artículo 213 del código penal castiga hasta con siete años de cárcel.

Un juicio político

El 21 de febrero de este año cinco integrantes de Pussy Riot irrumpieron encapuchadas en una zona restringida del altar del principal templo ortodoxo ruso. Una vez allí, las mujeres se desprendieron de varias de sus prendas y comenzaron a tocar la guitarra eléctrica, a cantar y a bailar en ropa interior.

"Madre de Dios, echa a Putin", decía la canción, en la que se acusaba al patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, de creer en el presidente de Rusia, y no en Dios.

Tres de las integrantes del grupo fueron detenidas mientras que las otras dos participantes en la acción no pudieron ser identificadas. Las acusadas, en prisión desde marzo, se declararon inocentes del delito que les imputa.

La Iglesia rusa pidió un severo castigo contra las tres mujeres, mientras Amnistía Internacional (AI), que considera a las acusadas "presas de conciencia", y cantantes como Sting, Peter Gabriel o Red Hot Chili Peppers han pedido su liberación.

"Se han atrevido a atacar los dos pilares del moderno orden establecido ruso: el Kremlin y la Iglesia Ortodoxa. Esto no es un delito penal. El juicio es claramente político", ha señalado AI en un comunicado.