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POR DENTRO DEL CAB

En busca de otras vidas en el Universo

  • RTVE.es visita el Centro de Astrobiología, donde investigan el origen de la vida
  • Desde allí se maneja el instrumento español REMS del rover Curiosity 
  • El vehículo espacial Curiosity de la NASA aterrizará en Marte el lunes

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El experimento de Miller demostró que la vida podía haber surgido en la Tierra hace 4.500 millones de años
El experimento de Miller demostró que la vida podía haber surgido en la Tierra hace 4.500 millones de años

Reproducciones de satélites y orbitadores cuelgan del techo de los pasillos blancos e infinitos del edificio. Los flanquean puertas que alojan despachos con mentes brillantes dando vueltas a cuestiones y laboratorios donde se suceden los experimentos.

Estamos en el Centro de Astrobiología (CAB), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). Aquí investigan el origen de la vida en nuestro planeta y la buscan en otros puntos del Universo.

RTVE.es ha dado un paseo este edificio de 7.000 metros cuadrados, uno del centenar situados en el campus de más de 400 hectáreas del INTA en Torrejón de Ardoz.

Aquí se ha diseñado y se va a manejar el instrumento español REMS (Rover Environmental Monitoring Station), que lleva incorporado Curiosity, el robot de la NASA que el lunes llega a Marte.

El lugar desde el que una veintena de personas analizarán los datos de REMS es una sala austera, sin estridencias. Aloja el material imprescindible para llevar a cabo su labor: una pizarra, ordenadores, mesas y papeles.

Tan solo una pequeña licencia, inspiradora: un enorme cartel que muestra una imagen de Curiosity ya sobre suelo marciano.

La estrella de la misión

Curiosity es la estrella de la misión Laboratorio Científico de Marte (Mars Science Laboratory). Lleva incorporados 10 instrumentos con los que -si la misión supera los llamados ‘siete minutos de pánico’ y consigue tocar la superficie del planeta rojo- analizará la geoquímica del terreno marciano y buscará indicios de vida, pasada o presente o potencial.

El rover buscará indicios de vida, pasada o presente o potencial

REMS tomará medidas durante cinco minutos cada hora. En concreto, datos de la temperatura del aire y del suelo, de la presión, de la humedad relativa, de la velocidad y dirección del viento y la radiación ultravioleta.

En definitiva, medirá las variaciones diarias de estos parámetros para averiguar cómo se desarrollan las estaciones en Marte.  El CAB es conocido sobre todo por sus trabajos sobre extremófilos en el Río Tinto (Huelva).

El lugar es un pequeño trocito de Marte en la Tierra. Sus aguas son rojas por la presencia de hierro disuelto. Los microorganismos que viven en esas aguas obtienen energía de las piritas que forman el cauce del río y domina el paisaje.

Como producto de deshecho las bacterias producen ácido sulfúrico, que favorece la disolución de metales pesados, que son muy tóxicos en general para todos los organismos.

Estudios relacionados con río Tinto

Estamos en el laboratorio de Bacteriología de Extremófilos donde se realizan los estudios relacionados con río Tinto. La estancia, como no, está presidida por un acuario que reproduce las condiciones del río.

Uno de los estudios en curso es el proyecto Vida Subterránea en la Faja Pirítica Ibérica (IPBSL),  que busca vida bajo la superficie del río. Los científicos han recogido hace unos meses muestras entre los 300 metros de profundidad y el kilómetro con una perforadora de prospección geológica.

Han extraído tubos de roca, cilindros larguísimos, que han cortado en trozos para repartir entre los científicos que forman el equipo. Cada uno está analizando una muestra en busca un tipo de vida microbiana distinta.

La idea es trasladar los resultados a la búsqueda de vida en Marte. En la superficie del planeta rojo no puede haber vida porque está expuesta a radiación de alta.

El laboratorio de impactos Planetarios es impresionante. Allí hay un artefacto con forma de embudo rojo gigantesco. Subimos por unas escaleras hasta que podemos asomarnos al interior. Comprobamos que está relleno de arena. Y que sobre ella hay dispuesto un pequeño set de grabación.

Un simulador de impacto de meteoritos

Este embudo gigante es un simulador de impactos de meteoritos. Los científicos lanzan cuerpos de poco más de un centímetro pero que a la vertiginosa velocidad de 500 metros/segundo que golpean la arena. Graban la caída y la analizan.

Estos golpes contra superficies desprenden muchísima energía, que favorece reacciones químicas, que podrían dar lugar a precursores de vida.

En el laboratorio de Química Interestelar se reproducen las condiciones en el espacio. En la estancia hay grandes aparatos, plagados de tubos, compresores para hacer vacío y cables que apuntan hacia una cámara donde se realiza el experimento.

En una de ellas se simula la radiación ultravioleta que incide en el lugar exacto de aterrizaje de Curiosity. Así, el equipo ha podido calibrar y probar el REMS.

En otra de estas enormes máquinas se estudia cómo interactúan las moléculas gaseosas en el medio interestelar ante la presencia de los granos de polvo. Se analiza si favorecen las reacciones químicas. Si así fuera se pondría el foco en el búsqueda de precursores de vida en las zonas en el espacio interestelar que tienen polvo.

Estos son solo unos pocos de los muchos laboratorios que hay investigando el origen de la vida y donde encontrarla en el resto del Universo en este centro.

Está abierto para todos los públicos, para sentir lo que es estar en uno de los centros de investigación espacial más importantes del mundo podéis ir a visitarlo vosotros mismos. Todos los viernes organizan visitas guiadas.