El fuego ya ha arrasado 130.830 hectáreas, cuatro veces más que en el mismo periodo de 2011
- Hasta el 29 de julio se han contabilizado 10.488 siniestros
- Ramos de Armos confía en la biomasa para prevenir incendios
Los incendios han arrasado un total de 130.830,20 hectáreas de superficie forestal en lo que va de año, lo que supone casi cuatro veces más que en el mismo periodo de 2011, cuando habían ardido 38.854,34 hectáreas, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente a fecha del 29 de julio a los que ha tenido acceso Europa Press.
Este balance no incluye los incendios producidos este fin de semana en las islas canarias de La Palma y La Gomera, que aún siguen activos, ni el de la Sierra de Gata (Cáceres), que ha afectado a unas 600 hectáreas y donde falleció un miembro de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que trabajaba en las labores de extinción.
En concreto, hasta el 29 de julio se han contabilizado un total de 10.488 siniestros, frente a los 8.553 fuegos del mismo periodo del año anterior, lo que supone un incremento del 22,6 por ciento. En total, en lo que llevamos de año se han producido 6.753 conatos (menos de 1 hectárea); 3.735 incendios (más de 1 hectárea) de los que 20 fueron grandes incendios, de más de 500 hectáreas, frente a los 5 grandes fuegos del mismo periodo en 2011 y los 9 de la media del decenio.
Los grandes incendios
En este 2012 destacan los acaecidos el pasado 2 de julio en las Cortes y Andilla (ambos en Valencia), donde se calcinaron casi 50.000 hectáreas; seguido de los del 22 de marzo en la comarca del Alt Empord (Girona), donde se quemaron cerca de 13.000 hectáreas; el del 16 de mayo en Rasquera (Tarragona), en el que ardieron 2.735 hectáreas; el del 28 de febrero en Hermisende (Zamora), donde se quemaron 2.329 hectáreas; y el del 8 de marzo en Montanuy (Huesca), donde se incendiaron 2.084 hectáreas. En total, el porcentaje de superficie afectada del territorio nacional es del 0,473 por ciento, frente al 0,202 de la media del decenio y al 0,140 del mismo periodo de 2011.
Por tipo de vegetación, un total de 78.619,48 hectáreas arrasadas por el fuego eran de superficie matorral y monte abierto; 46.890,27 hectáreas de superficie arbolada y 5.320,45 hectáreas eran pastos y dehesas.
“Sólo en la comunidad valenciana se calcinaron 50.000 hectáreas“
La zona geográfica más perjudicada es la región noroeste, donde se ha registrado el 49,57 por ciento de los siniestros, seguida por las comunidades interiores, con un 33,79 por ciento de los fuegos y del Mediterráneo, donde se ha producido el 16 por ciento de los incendios.
Respecto a la superficie forestal, los incendios se han concentrado en un 53,20 por ciento en el Mediterráneo, seguida del 28,38 por ciento en la región noroeste y del 12,91 por ciento de las comunidades interiores.
Finalmente, en el Mediterráneo se ha producido el 64,84 por ciento de los fuegos en superficie arbolada, seguida del 14,08 por ciento de los incendios en las comunidades interiores y del 12,01 por ciento en en el noroeste de superficie arbolada.
El origen no está en la falta de medios
En una entrevista a Europa Press, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armos, ha señalado que los grandes incendios registrados este año en España se deben más al origen de los fuegos, muchas veces por descuidos, y a la climatología, que a la falta de medios porque "los presupuestos que destina la administración del Estado a esta cuestión son importantes". Asimismo, ha señalado que "se han mantenido los presupuestos en esta materia, siempre que las CC.AA reclaman el apoyo del Estado para la extinción de un incendio ahí están dispuestos los medios del Estado, sea la comunidad autónoma que sea".
En esta línea, ha recalcado que la colaboración entre el Estado y las comunidades autónomas "está siendo muy positiva". Por ello, ha reclamado a los ciudadanos extremar las precauciones y ser extremadamente cuidadosos cuando salgan al campo. En todo caso, ha precisado que lo que sí tienen que hacer los responsables de conservación del medio natural y de los espacios forestales son labores preventivas a lo largo del invierno, "que no deben descuidarse y que tienen que ser apoyadas por actividades tradicionales".
“Las penas por provocar incendios forestales deben ser proporcionales a los daños que causan“
"Posiblemente, como la ganadería, que servía también para la prevención de incendios y que merece la pena recuperar o impulsar para la conservación del entorno. Un monte bien desbrozado, bien conservado, es más difícil que se incendie y, desde luego, va a ser mucho más fácil luego la extinción del incendio", ha comentado.
Junto con ello, ha apostado por impulsar la biomasa como fuente de energía para prevenir incendios. "Obtener recursos del monte por el aprovechamiento de la biomasa puede ser una de las fórmulas e interesantes para la gestión de nuestros montes", ha dicho.
Finalmente, Ramos de Armas ha recalcado que las penas por provocar incendios forestales deben ser proporcionales a los daños que causan, que "son muy importantes", a los ecosistemas, las flora y la fauna.