La Fiscalía rusa pide tres años de prisión para las integrantes del grupo punk ruso Pussy Riot
- Están acusadas de gamberrismo motivado por odio religioso
- Cantaron en ropa interior contra Putin en una iglesia ortodoxa
La Fiscalía de Rusia ha pedido este martes al tribunal de Moscú que imponga una pena de tres años de prisión a las tres mujeres del grupo punk Pussy Riot acusadas de gamberrismo por cantar en la catedral de Cristo Salvador contra el presidente ruso, Vladímir Putin.
"Las acciones de las cómplices muestran claramente el odio religioso y la enemistad", ha declarado el fiscal estatal Alexei Nikiforov en los argumentos de cierre. "El uso de palabrotas en una iglesia es un abuso de Dios" ha añadido.
Las tres acusadas, Nadezhda Tolokónnikova, Yekaterina Samutsévich y María Aliójina, de entre 22 y 29 años, podían haberse enfrentado a una pena de hasta siete años de prisión por asaltar el altar del principal templo ortodoxo ruso y cantar una "oración punk" en la que pedían a la Virgen María que librara a Rusia del actual presidente, Vladímir Putin.
El 21 de febrero de este año cinco integrantes de Pussy Riot irrumpieron encapuchadas en una zona restringida del altar de la catedral de Cristo Salvador, el principal templo ortodoxo ruso. Una vez allí las mujeres se desprendieron de varias de sus prendas y comenzaron a tocar la guitarra eléctrica, a cantar y a bailar en ropa interior.
"Nuestros motivos fueron políticos, no religiosos"
En la canción acusaban al patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, de creer en el presidente de Rusia y no en Dios, y arremetían contra Putin. "Madre de Dios, echa a Putin", decía la canción.
Tres de las integrantes del grupo fueron detenidas mientras que las otras dos no pudieron ser identificadas.
Las acusadas, en prisión preventiva desde marzo, se declararon inocentes del delito que se les imputa y aseguraron que nunca intentaron insultar a nadie, en especial a los creyentes ortodoxos.
"Nuestros motivos fueron exclusivamente políticos. No somos enemigos de la Cristiandad. Queremos que los creyentes ortodoxos estén de nuestro lado, del lado de los activistas que se oponen al autoritarismo", dijo Tolokónnikova.
La líder del grupo, de 22 años, aseguró que su actuación en la catedral era "solo un desesperado deseo de cambiar para mejor la situación en Rusia" y agregó que Pussy Riot decidió escenificar su actuación en Cristo Salvador después de que el patriarca Kiril pidiera el voto para Putin en vísperas de las elecciones presidenciales de marzo.