Una torre de la catedral de Santiago tiene una inclinación de 40 centímetros
- El arquitecto encargado de la restauración afirma que no hay peligro
- Las filtraciones de agua y las obras erróneas, causas del deterioro del templo
- El templo presenta la primera fase del plan de restauración
Una de las torres de la catedral de Santiago de Compostela tiene una inclinación de unos 40 centímetros, una situación que "no reviste peligro", pero que pone de manifiesto las graves deficiencias en el mantenimiento de ese monumento, informó hoy el arquitecto Javier Alonso.
Filtraciones de agua, tapiado de puertas y cierre de ventanas innecesarios que han impedido la ventilación, utilización de hormigón y otros materiales dañinos, son algunos de los trabajos que han contribuido a degradar ese templo católico inscrito en la lista del Patrimonio mundial de la Unesco.
Según cálculos de la fundación encargada de llevar a cabo un programa de restauración de la catedral, serían necesarios unos 30 millones de euros para eliminar las filtraciones de agua y humedad, sustituir materiales por otros más idóneos y corregir deficiencias.
El canónigo Daniel Lorenzo, encargado de asuntos culturales de la catedral, señaló que un estudio reciente indica que serían necesarios 1,5 millones de euros anuales para labores de mantenimiento, y apuntó que actualmente se destinan unos 300.000 euros.
El arquitecto encargado del plan de restauración señaló que la inclinación actual de la torre sur de la catedral, es decir, la de la derecha mirando la fachada desde la plaza del Obradoiro, "ronda los cuarenta centímetros" y, si bien "tiene un poco de movimiento, no reviste peligro".
Añadió que se trata de "movimientos reostáticos de asiento, que unas veces van para un lado y otras veces para otro", por lo que convendría instalar "mojones" para hacer un seguimiento.
La Iglesia necesita financiación pública o privada
Alonso, director de la oficina técnica encargada de la restauración, enumeró en una conferencia de prensa junto al responsable de asuntos culturales de la catedral, una lista de trabajos para sanear la estructura de ese edificio, para los que la Iglesia católica espera conseguir financiación del ministerio de Fomento y de instituciones privadas.
El plan prevé reponer tres peldaños originales a la entrada del templo; reforzar las cúpulas, las torres y el nártex (atrio); eliminar hormigón, resinas, metales y otros materiales degradantes utilizados en trabajos anteriores; restablecer la ventilación y acabar con las filtraciones de agua.
Entre los trabajos prioritarios está el de impedir que el agua llegue al pórtico de la Gloria, un conjunto escultórico considerado la joya de la catedral compostelana que en los últimos años ha perdido prácticamente por completo su policromado. Una fundación privada financia un proyecto para frenar su degradación.
Lorenzo aseguró que la primera fase del proyecto de restauración pretende "eliminar el agua líquida" y "recuperar la ventilación y la aireación" del templo.
Añadió que el coste de restauración es "infinitamente más bajo" que el de otras catedrales españolas, y destacó que los problemas están fundamentalmente "relacionados con la climatología y la imposibilidad de mantener un personal altamente cualificado" para labores de mantenimiento.
El arquitecto destacó que la catedral, construida en granito, "ha aguantado bastante bien" el paso del tiempo, pero advirtió: "Lo más peligroso son las piedras que se caen, que se han caído y que están a punto de caerse, y aquí en las torres las hay".
Lamentó la falta de medios suficientes para el mantenimiento y las restauraciones precipitadas; apuntó que "hay roturas que parecen hechas aposta o con saña", y precisó que "en el pórtico real hay figuras y esculturas muy bellas que están mutiladas", algunas de ellas de granito.
Subrayó que los responsables de la catedral compostelana, "por ser un templo de peregrinación, nunca se han planteado en serio" cobrar por el acceso al edificio, aunque estudian "recorridos de visita susceptibles de ingresos económicos", entre los que apuntó la denominada torre del reloj o torre de la Berenguela, o incluso el pórtico de la Gloria.