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Paul Ryan, un político en ascenso aferrado al conservadurismo fiscal

  • Es el artífice de la "hoja de ruta" republicana para reducir el déficit
  • No es muy conocido y su experiencia en política exterior es nula
  • Licenciado en CC Políticas y Economía, está casado y tiene tres hijos

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El candidato a vicepresidente republicano en EE.UU., Paul Ryan, es un joven político en ascenso aferrado al conservadurismo fiscal, líder de una nueva generación de ideólogos económicos dentro de su partido y querido entre el movimiento derechista Tea Party.

Ryan nació en Janesville (Wisconsin) hace 42 años. Licenciado en Ciencias Políticas y Economía  por la Universidad de Miami  del estado de Ohio en 1992, Ryan es  católico y trabajó para el negocio  de construcción de su familia antes  de comenzar su carrera política. Es el más joven de cuatro hijos y su  padre, abogado, falleció de un ataque al corazón cuando él tenía 16  años.

Desde 1999 representa a Wisconsin en el Congreso,  cuando tenía 28 años, y actualmente preside el Comité de Presupuestos de  la Cámara de Representantes. Desde que llegó a la cámara de  representantes y se convirtió en el segundo político más joven en la  colina del Capitolio decidió seguir viviendo en Janesville, en lugar de  trasladarse a Washington como la mayoría.

Allí, rodeado de los suyos, depuró una imagen de padre de familia aficionado a la caza y habitual del gimnasio.  Se casó en 2000 con Janna Little, una abogada graduada en español que  trabajó en Washington para la consultora PricewaterhouseCoopers, con  quien tiene dos hijos y una hija.

Ideas alineadas con el Tea Party

Ryan ha tomado en los últimos años las riendas de la política presupuestaria republicana,  que prevé fuertes recortes en programas sociales, educación e  infraestructuras y plantea transferir poder federal a los estados para  reducir el déficit. Unas ideas que se alinean con las propuestas de los simpatizantes del Tea Party y que han levantado tanto aplausos como críticas.

La convención se cierra hoy con el discurso del candidato Mitt Romney, aunque, para muchos, la estrella es ya Paul Ryan. El congresista por Wisconsin aprovechó su discurso para destacar las líneas más duras del partido y darse a conocer entre los votantes.

De hecho, Ryan es el arquitecto de la llamada "hoja de ruta" de los  republicanos para lograr la reducción de la elevada deuda pública  estadounidense. La única partida intocable para él es el gasto en  defensa.

Es un apóstol republicano del capitalismo de libre mercado y el gobierno limitado, dice un experto universitario

El "número dos" del aspirante presidencial republicano, Mitt Romney, "representa aproximadamente a la mitad de los seguidores" de su partido  y es un "apóstol republicano del capitalismo de libre mercado y el  gobierno limitado", según Erwin Hargrove, profesor emérito de la  Universidad de Vanderbilt.

Es una apuesta arriesgada para Romney,  en gran parte por su intento de abordar temas delicados como la reforma  del Medicare, el programa de atención sanitaria para mayores de 65 años  y discapacitados que beneficia a 49 millones de estadounidenses.

El plan de Ryan es privatizar parcialmente el Medicare para 2022,  acabar totalmente con la reforma que establece el seguro médico  obligatorio promulgada por Obama en 2010 y transferir parte del coste de  la Seguridad Social al sector privado.

La reforma sanitaria ya es una realidad en Estados Unidos. La Cámara de Representantes ha aprobado el proyecto del Senado por 219 votos a favor y en 212 contra. Tres más de los necesarios. Tal como se esperaba, no ha contado con ningún respaldo republicano y 34 demócratas se han opuesto.

En temas sociales como el aborto también se ha mostrado más  conservador que Romney, aunque siempre ha dejado claro que si serán las  políticas del exgobernador las que prevalecerán si ambos llegan a la  Casa Blanca.

Durante su etapa en el Congreso votó a favor de la invasión de Irak y  también del rescate a la industria del motor tras la crisis de 2008.  Hasta que Romney lo eligió para ser su número dos en julio pasado Ryan  no era un político demasiado conocido a nivel nacional y su experiencia en política exterior es nula.