Rajoy asegura que es "absurdo" que los presos de ETA pretendan chantajear al Gobierno
- El presidente afirma que se cumplirá la ley con los presos
- A la huelga ya se han sumado 254 presos etarras
- La última palabra sobre la situación de Bolinaga la tiene el juez
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado este martes que es "absurdo" que los presos de ETA pretendan llevar a cabo un "chantaje" al Gobierno y ha añadido que se cumplirá la Ley en torno al caso del carcelero de Ortega Lara, Josu Uribetxeberria Bolinaga, quien ha iniciado una huelga de hambre exigiendo su liberación inmediata desde el hospital de San Sebastián en el que se encuentra ingresado.
A esta huelga de hambre se han sumado ya al menos 254 presos etarras en cárceles españolas y otro grupo de internos terroristas en Francia. Pese a ello, el líder del Ejecutivo opina que no hay que ceder a lo que entiende como un "chantaje".
Así se lo ha comentado Rajoy a los periodistas en Palma de Mallorca durante un 'corrillo', después de la rueda de prensa que ha ofrecido tras su despacho con el Rey en el Palacio de Marivent.
A su juicio, se tiene que cumplir la Ley en los aspectos relativos a la salud de los presos y atender lo que digan los médicos.
Precisamente este martes, Instituciones Penitenciarias afirmaba que el entorno de ETA ha impuesto la huelga de hambre a los presos. Aunque unos 254 presos están haciendo ya la huelga o han anunciado que se sumarán, también una treintena ha avisado de que la abandonaba.
El juez tiene la última palabra
La última palabra sobre la excarcelación definitiva de Josu Uribetxeberria Bolinaga la tendrá el juez Central de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro al tratarse de un preso terrorista.
Este magistrado tendrá que dar el visto bueno a su libertad condicional, aunque el primer paso le corresponde a Instituciones Penitenciarias, quien previamente debería concederle el tercer grado penitenciario, según han explicado a Europa Press fuentes penitenciarias.
Desde que la izquierda abertzale inició la campaña de presión en torno a la excarcelación de Bolinaga, el Gobierno ha respondido que se limitarán a aplicar la Ley. En este caso la legalidad pivota en torno al artículo 104 del Reglamento Penitenciario que hace referencia a los "Casos especiales".
En concreto en su punto cuarto especifica que "los penados enfermos muy graves con padecimientos incurables, según informe médico, con independencia de las variables intervinientes en el proceso de clasificación, podrán ser clasificados en tercer grado por razones humanitarias y de dignidad personal, atendiendo a la dificultad para delinquir y a su escasa peligrosidad".
La situación del preso depende del resultado de las pruebas médicas cuyos resultados se conocerán en los próximos días. En caso de que se confirme su situación extrema debido al cáncer que padece, la Junta de Tratamiento de la cárcel a la que pertenece deberá elaborar un informe proponiendo su progresión al tercer grado penitenciario.
Dada la situación especial, esta propuesta de tercer grado atenderá únicamente a criterios de salud a diferencia de otros supuestos en los que se atiende a la cantidad de condena cumplida o su capacidad de reinserción. La Junta de Tratamiento debe elevar esa propuesta a la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias que dirige Angel Yuste, a quien compete en exclusiva aprobar las progresiones de grado.
En este paso tan sólo intervendría el juez de Vigilancia Penitenciaria en caso de que Prisiones le denegase el tercer grado, ante lo que cabría recurso del interno ante esta decisión en la que además también debería ser escuchada la Fiscalía. El tercer grado es conocido en el argot penitenciario como el 'régimen cenicienta' ya que el preso puede salir de prisión, pero con la obligación de volver para pernoctar. En este sentido, la situación no cambiaría mucho para Bolinaga al encontrarse ingresado en el hospital.
En caso de que Interior otorgue el visto bueno al tercer grado, la Junta de Tratamiento de la cárcel de Zaballa tendría que elaborar otra propuesta en este caso para que se le concediese la libertad condicional, una situación muy excepcional y a la que han accedido pocos presos etarras en los últimos años.
El último precedente de una libertad condicional de la que se benefició el preso de ETA, Joseba Andoni Díaz, tuvo lugar el pasado 28 de junio. Entre este paso y su progresión al tercer grado penitenciario transcurrieron dos meses. Sin embargo, las fuentes consultadas creen que en el caso excepcional de Bolinaga estos trámites se acelerarán.