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Comienza en Buenos Aires el juicio contra el expresidente argentino Fernando de la Rúa

  • El exdirigente está acusado de sobornar a varios senadores
  • La compra de votos buscaba sacar adelante una reforma laboral exigida por el FMI
  • Entre los testigos citados está la actual presidenta de Argentina

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El juicio contra el expresidente de Argentina Fernando de la Rúa ha comenzado en Buenos Aires

El expresidente argentino Fernando de la Rúa y otros siete acusados se han sentado en el banquillo de los acusados este martes en el comienzo de la vista oral del juicio por su presunta responsabilidad en un caso de sobornos. Los pagos se realizaron, presuntamente, a senadores para que apoyaran en el año 2000 una polémica reforma laboral que exigía el Fondo Monetario Internacional (FMI) para seguir prestando ayuda financiera al país, inmerso en una grave crisis económica.

Se trata del segundo juicio contra un exmandatario electo argentino que se celebra desde el final de la dictadura. El primer proceso judicial fue el que sentó en el banquillo a Carlos Menem (1989-1999) por participar en un presunto contrabando de armas a Croacia y Ecuador, un cargo del que fue absuelto.

Los jueces Gerardo Larrambebere, Miguel Pons y Guillermo Gordo -del Tribunal Oral Federal 3 de Buenos Aires- presiden el juicio contra De la Rúa, acusado junto a a otros siete antiguos funcionarios y legisladores, de los delitos de cohecho y malversación de fondos públicos.

Si es encontrado culpable, De la Rúa -que presidió el país entre 1999 y diciembre de 2001, cuando renunció a su cargo por un estallido social- puede recibir una pena de hasta seis años de prisión.

Entre los imputados están quien fuera director de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE, servicio secreto) Fernando de Santibáñez y el exministro de Trabajo Alberto Flamarique, así como el entonces secretario parlamentario Mario Pontaquarto, quien reveló el caso al confesar que había llevado en un maletín el dinero de los sobornos.

También son juzgados los exsenadores del Partido Justicialista (PJ, peronista) Alberto Tell, Augusto Alasino, Remo Constanzo y Ricardo Branda.

Además estaban imputados otros dos exsenadores, el peronista Emilio Cantarero -que no será juzgado por su estado de salud- y el radical José Genoud, que se suicidó en 2008.

De la Rúa, Flamarique, De Santibañes y Pontaquarto están acusados de cometer el delito de cohecho por presuntamente haber pagado los sobornos, mientras por los exsenadores afrontan cargos por el mismo hecho, pero en su caso por haber cobrado las dádivas.

En noviembre de 2007, Pontaquarto confirmó en un careo judicial con De la Rúa que el exgobernante dio el visto bueno al pago de sobornos por valor de 4,3 millones de dólares a senadores para que se aprobara la ley, la cual era rechazada por los sindicatos.

El proceso se ha iniciado este martes con la lectura de los requerimientos de elevación a juicio de la causa hechos por la Fiscalía, los querellantes y el juez a cargo de la investigación, Daniel Rafecas.

Se prevé que la vista oral dure entre seis y ocho meses, ya que se ha citado a declarar a más de 400 testigos, entre ellos, la actual presidenta argentina, Cristina Fernández, quien en el momento de los hechos juzgados era senadora y votó en contra de la reforma laboral. La mandataria ha pedido declarar por escrito, según ha informado la agencia oficial Télam.

También declarará el entonces vicepresidente de Argentina y presidente del Senado, Carlos Álvarez, quien renunció en octubre de 2000 a raíz de las denuncias de sobornos, lo que desgastó la Alianza encabezada por De la Rúa.