'¡Piratas!', los estudios Aardman demuestran que hay competencia animada a este lado del Atlántico
- Los creadores de Wallace & Gromit y Chicken run regresan a la plastilina
- El humor británico domina una película técnicamente impecable
¡Piratas!
(The Pirates! Band of misfits)
Dir: Peter Lord. I: Hugh Grant, David Tennant, Martin Freeman, Imelda Staunton, Jeremy Piven
Duración: 88 minutos
La animación occidental languidecía a finales de la década de 1980 y Disney no encontraba su lugar en el mundo (véase el esclarecedor documental Waking Sleeping Beauty sobre su caída y resurrección). Por aquellas fechas, un pequeño estudio de Bristol liderado por Nick Park y Peter Lord comenzaba a despuntar con dos ingredientes básicos: arcilla y talento.
Aardman Animations recuperó la abandonada técnica del claymation y la llevó a una perfección técnica nunca vista con el corto Creature Comforts (el primero de sus cuatro Oscar, en 1991) y la serie Wallace & Gromit (La gran excursión, Los pantalones equivocados, Un afeitado apurado).
El estudio vuelve a mancharse las manos
Aardman regresa ahora al terreno de sus mayores éxitos después de probar fortuna en la animación digital con Ratónpolis y Arthur Christmas, dos cintas que se quedaron por debajo de las expectativas artísticas y comerciales.
¡Piratas! es su primera película de stop motion estrenada en 3D. Un añadido que no aporta brillantez al diseño de producción y que, una vez más, oscurece el visionado de una película cuyas mejores secuencias son en un Londres ya de por sí sombrío.
La película dirigida por Peter Lord es una entrañable aunque imperfecta cinta de aventuras protagonizada por un grupo de excéntricos corsarios fieles al Capitán Pirata (Hugh Grant en su debut en el cine de animación).
En el camino de este saqueador que necesita un gran botín para aspirar al título de Pirata del Año se cruzan un dodo-McGuffin que puede ser el verdadero tesoro, el naturalista Charles Darwin y la reina Victoria como inesperada villana.
¿Humor demasiado británico para el público estadounidense?
El escritor Gideon Defoe ha adaptado los dos primeros libros de su serie en una trama algo naíf pero que no rehúye el humor más adulto, con polémicos chistes sobre enfermedades contagiosas y alusiones a la vida amorosa de un joven Darwin deseoso de impresionar a las chicas.
El gran acierto de ¡Piratas! es su galería de secundarios, desde unos improbables John Merrick y Jane Austen a una tripulación sin nombres propios pero con carácter (El Pirata con bufanda, El Pirata con gota, El Pirata con curvas sorprendentes...). Unos personajes modelados con maestría por los animadores que compensan algunas caídas de ritmo durante el metraje y un clímax algo anticlimático.
Como temían sus responsables, el humor de ¡Piratas! no ha calado al otro lado del océano. Con poco más de 30 millones de dólares recaudados en EE.UU. (el peor estreno del estudio), sus cifras vuelven a demostrar que las películas Aardman tienen su principal mercado en Europa.
Pese a sus carencias, la nueva obra de los creadores de Chicken run: Evasión en la granja y Wallace y Gromit: La maldición de las verduras tiene el inconfundible toque artesanal del estudio británico. La alocada tripulación que la protagoniza logra arrancarte una sonrisa horas después del visionado y te deja con ganas de más (y mejores) aventuras marinas. Aventuras que podrían llegar en unos años si se confirma la secuela para la que ya hay guion, según el director Peter Lord.