El jefe de la policía noruega dimite tras conocerse los errores en el doble atentado de 2011

• Un informe estima que la policía podría haber evitado la masacre
• La sentencia al asesino confeso se conocerá el 24 de agosto
• Los jueces tendrán que decidir si está loco o en su sano juicio
• Breivik podría acabar en un psiquiátrico o en la cárcel según el fallo

Fotografía de archivo del jefe de la policía noruega, Oystein Maeland.

El jefe de la policía de Noruega, Oeystein Mæland, ha dimitido este jueves tras conocerse este lunes el informe de la Comisión 22 de julio, encargada de evaluar de manera independiente la actuación de la policía en el doble atentado cometido por el ultraderechista Anders Behring Breivik, que ha concluido ambos ataques podrían haberse evitado “si se hubieran aplicado las medidas de seguridad existentes”.

Mæland, político del Partido Laborista y hombre de confianza del primer ministro Jens Stoltenberg, ha renunciado a su puesto tras perder la confianza del ministro de Justicia Grete Faremo y otros políticos, según informa Reuters que cita a la agencia de noticias NTB.

El jefe de policía de Noruega, Oeystein Mæland, que llegó al cargo tan solo unas semanas antes del ataque el 22 de julio de 2011, ha recibido muchas críticas por su incapacidad para hacer frente a las deficiencias de la policía. Tanto el atentado de Oslo como la matanza de Utoya han puesto en guardia a esta pacífica nación de tan solo cinco millones de habitantes, especialmente en lo que se refiere a la eficiencia de los servicios de seguridad.

El informe de la comisión independiente estimó que la policía podía haber previsto los planes de Breivik meses antes cuando compró los componentes necesarios para la fabricación de las bombas. Además, el informe estima que durante las tres horas que transcurrieron desde el atentado de Oslo hasta la matanza de Utoya, la policía tuvo en sus manos la información suficiente para detenerlo y evitar así la masacre.

Sentencia de Breivik

La sentencia del asesino confeso del doble atentado de Noruega se conocerá este 24 de agosto. La fiscalía defiende la locura de Breivik, mientras que el acusado reclama que sus atentados fueron una declaración política más que un acto de locura. El ultraderechista considera que sus víctimas, algunos jóvenes socialdemócratas de tan solo 14 años, eran "objetivos justos” porque apoyaban la inmigración musulmana que, a su juicio, amenaza la pureza étnica de Noruega.

Si la justicia de Noruega se inclina por la locura de Breivik, el acusado ingresará en un psiquiátrico por tiempo indefinido, mientras que si la Justicia considera que Breivik esta en su sano juicio, el ultraderechista podría ser condenado a 21 años de prisión con posibilidad de prórrogas indefinidas.