'Tumor', un trepidante cómic de serie negra nominado a los premios Harvey y Eisner

• Es obra de Joshua Hale Fialkov y Noel Tuazon
• Narra la historia de un detective a punto de morir por un tumor cerebral

Ilustración de 'Tumor', de Joshua Hale Fialkov y Noel Tuazon

El guionista Joshua Hale Fialkov es uno de los referentes del cómic actual gracias a éxitos como Ecos (Norma Editorial), nominada a tres premios Harvey; Elk's Run (Glénat), nominada también a un Harvey; o Punks The Comic.Y ahora nos llega una de sus grandes obras, Tumor (Norma), nominada a los premios Harvey y Eisner en la categoría de mejor obra recopilada de 2011.

Un cómic de serie negra que cuenta el último caso de un detective privado, que sabe que va a morir porque tiene un tumor incurable. El mismo día que le comunican la gravedad de su estado, un mafioso le encarga que busque a su hija. Una carrera contrarreloj realmente confusa, ya que el detective es incapaz de separar la realidad de sus fantasías, ni de distinguir el pasado del presente, debido a las alucinaciones que le provoca el tumor. Un caso que ve como su única oportunidad de redención y de honrar la memoria de su esposa, de cuyo asesinato lleva años sintiéndose culpable.

Una gran historia, con un ritmo realmente trepidante, los consabidos giros de guión de las mejores novelas negras y, sobre todo, ese tumor, que marca toda la trama y nos hace dudar de donde empieza la realidad y donde la fantasía de los pensamientos del detective, que es nuestro guía en la historia. Por eso este interesante cómic ha sido comparado con la película Memento (Christopher Nolan) porque la historia no es lineal sino que salta en el espacio y en el tiempo guiada por el cerebro enfermo de su protagonista y narrador.

Un tumor es el protagonista

El guionista confiesa que la historia está inspirada en las propias migrañas que sufrió durante una temporada, y que le hicieron temer que tuviera una grave enfermedad, pero que finalmente no revistieron importancia. También cita como inspiración la novela Matadero cinco (Kurt Vonnegut), que trata: "sobre errores, sobre las cosas que hacemos que nos atormentan y sobre los sueños que tenemos para escapar de esos atormentados recuerdos".

De eso trata este interesante cómic en el que, en cualquier momento, el protagonista puede evadirse de la realidad a su propio mundo, incluso estando rodeado de varios pistoleros que van a matarlo. Y a medida que la trama avanza y se complica, los ataques son cada vez más frecuentes, aumentando la confusión del protagonista y haciendo que nos mordamos las uñas de la intriga. Y es que, hasta llegar a la última página todo es posible en esta trepidante historia.

Y es que, no es suficiente que te persigan un montón de criminales, que tus propios amigos te traiciones y que tengas las horas contadas, sino que tienes que revivir la muerte de tu esposa de forma tan real, que a veces no sabes distinguir tus recuerdos de la realidad.

"El protagonista es como Los Ángeles -asegura Joshua Hale Fialkov- es incapaz de vivir en el presente porque el pasado pesa demasiado.

Un gran dibujante

Una historia de serie negra, como esta, necesita un gran dibujante que sepa transmitir esa confusión del protagonista y que sitúe la historia en un escenario tan reconocible como Los Ángeles, que es un personaje más de la trama. Y ese artista es el Filipino (afincado en Toronto) Noel Tuazon, un experto en storyboards, como demuestra su dibujo rápido, vigoroso, áspero, crudo e incluso borroso y en constante movimiento.

Tuazon hace reconocible la ciudad de Los Ángeles, que se convierte en un personaje más de la trama (Se nota que el guionista reside allí). Es fácil reconocer una tienda de la esquina, sus calles, el metro y varias áreas reales de la ciudad.

También era importante que las ensoñaciones del protagonista fuesen reconocibles de un vistazo, que se diferenciasen de la historia real para que el lector no se perdiese. Por eso el dibujante opta por los grises en esas escenas que transcurren en la imaginación del protagonista, en contraste con la realidad, pintada en blanco y negro.

Una gran historia que demuestra que el buen cómic de serie negra nunca pasa de moda.