Una decena de activistas japoneses desembarca en las islas objeto de disputa con China
- Activistas chinos fueron deportados hace unos días por lo mismo.
- Japón, China y Taiwan reclaman las islas sensaku
- Se cree que tienen yacimientos de gas y petróleo
Una decena de activistas japoneses, entre ellos algunos legisladores y miembros de asambleas locales, ha desembarcado en la isla de Uotsori (Diaoyu para China), la mayor del pequeño archipiélago de las islas Senkaku objeto de disputa entre Tokio y Pekín. Este desembarco se produce pocos días después de que un grupo de activistas chinos hiciera lo mismo y fuera deportado por Japón.
Los activistas, que están siendo interrogados por la guardia costera, viajaron hasta la zona en un pesquero desde Okinawa y una vez cerca de Uotsori, se echaron al agua y alcanzaron tierra a nado, según la agencia local Kyodo.
Los legisladores que viajaron a la zona habían solicitado permiso oficial para celebrar en las islas un homenaje a las víctimas japonesas de los ataques de EE.UU. en 1945, pero el Gobierno lo rechazó por su política de no permitir el desembarco en la zona excepto en viajes oficiales.
El suceso se produce en medio de una creciente tensión diplomática con China, que este sábado había instado a Japón a detener "inmediatamente" los planes de la comitiva de viajar a las islas en disputa.
Arrestados por el mismo hecho
Además, hace unos días 14 activistas chinos fueron arrestados por las autoridades niponas por tomar tierra en Uotsori y reclamar la soberanía de las islas, coincidiendo con el 67 aniversario de la rendición japonesa en la II Guerra Mundial.
Para evitar que la crisis diplomática fuera a mayores, los ciudadanos fueron deportados a su país desde Okinawa, provincia que administra las islas, en vez de pasar a disposición judicial.
Japón, China y Taiwán reclaman el diminuto archipiélago de las Senkaku, (también llamadas islas Tiaoyutai por Taiwan), porque se cree que cuenta con ricos recursos marinos y yacimientos de gas y petróleo.
En 2010, un capitan de un pesquero chino fue detenido por chocar su barco contra un patrullero japonés cuando faenaba en esas aguas. El suceso originó una seria crisis en las relaciones diplomáticas entre ambos países.
El capitán fue liberado a los 15 días de su arresto pero solo después de que Pekín, entre otras medidas, suspendiera temporalmente sus relaciones de alto nivel con Tokio.