Búsqueda y captura contra otras dos integrantes del grupo Pussy Riot en Rusia
- La defensa del grupo ruso Pussy Riot recurrirá la condena de dos años de prisión
- Las activistas están en prisión por gamberrismo motivado por odio religioso
- Los abogados cuentan con un plazo de diez días para recurrir la sentencia
La policía rusa ha ordenado la búsqueda y captura de otras dos integrantes no identificadas del grupo punk Pussy Riot, mientras el abogado de las tres mujeres condenadas a dos años de cárcel adelantó que recurrirá el fallo.
"Se están efectuando la pertinentes labores de búsqueda y captura", ha informado este lunes un portavoz de la policía rusa a las agencias locales.
La fuente ha agregado que se incoará un proceso penal contra las dos mujeres, quienes, aunque también cantaron contra el presidente ruso, Vladímir Putin, en la catedral de Cristo Salvador de Moscú, han logrado por ahora eludir su detención.
Tres de las componentes del grupo, Nadezhda Tolokónnikova, Yekaterina Samutsévich y María Aliójina, fueron detenidas en marzo, después de que la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR) reaccionara con indignación ante lo que calificó de "sacrilegio", mientras las otras dos siguen en libertad.
Al menos ocho chicas de Pussy Riot ya habían protagonizado en enero pasado, con unas temperaturas de varios grados bajo cero, una actuación antigubernamental similar en la mismísima Plaza Roja de Moscú, pero esa acción sólo les costó una multa.
La defensa recurrirá la setencia la próxima semana
La defensa de las tres integrantes del grupo punk Pussy Riot, condenadas el viernes a dos años de prisión por "gamberrismo motivado por odio religioso", recurrirá la sentencia la próxima semana, según ha anunciado este lunes Nikolái Pólozov, el abogado de una de las jóvenes.
El abogado ha precisado que la defensa no cuenta todavía con una copia de la sentencia y que una vez ésta sea remitida, dispondrá de diez días para presentar el recurso, según las agencias rusas.
Pólozov ha señalado a la agencia Interfax que recurrirá la decisión de la jueza Marina Syrova ante el Tribunal Municipal de Moscú y preparará otros recursos ante el Supremo, el Constitucional y el Tribunal de los Derechos Humanos de Estrasburgo.
Por su parte, Tolokónnikova, una de las activistas, ha descartado la petición del indulto al presidente ruso en declaraciones a la publicación opositora Nóvaya Gazeta: "¿A Putin?. ¿Es broma?. Por supuesto que no lo haremos. Es él quien debe pedir el indulto a todos nosotros".
El juicio contra las polémicas cantantes punk y la lectura de la sentencia condenatoria despertaron un enorme interés entre los medios de comunicación de todo el mundo.
El proceso ha desencadenado una campaña internacional a favor de su libertad a la que se han sumado figuras del mundo musical de la talla de Paul McCartney, Sting, Madonna, Björk y bandas como Red Hot Chili Peppers.
En prisión por una expresión política
Las Pussy Riot se dieron a conocer el 21 de febrero cuando cinco de sus integrantes irrumpieron encapuchadas en una zona restringida del altar de la catedral de Cristo Redentor.
Una vez allí, las mujeres se desprendieron de varias de sus prendas y comenzaron a tocar la guitarra eléctrica, a cantar y a bailar en ropa interior.
"Madre de Dios, echa a Putin", decía la canción cuyo vídeo fue difundido en Internet y en la que se acusaba al patriarca de la IOR, Kiril, de creer en el presidente de Rusia y no en Dios.
Las tres jóvenes, detenidas días después de su provocadora actuación en el principal templo de los ortodoxos rusos, no se reconocieron culpables e insistieron en calificar su acción como "expresión política de forma artística" y escucharon la sentencia con serenidad e incluso sonrisas.
Mientras tanto, la Policía rusa busca a las dos componentes no identificadas. "Se están efectuando las pertinentes acciones de búsqueda", ha informado un portavoz de la Policía rusa a la agencia Interfax.
Además, las autoridades rusas han decidido separar el proceso penal iniciado contra las mujeres no identificadas del que ha conducido a la condena de dos años de cárcel dictada contra Nadezhda Tolokónnikova, Yekaterina Samutsévich y María Aliójina.