El Tribunal Constitucional de Rumanía invalida el referendum para destituir al presidente
- La consulta no tuvo la participación suficiente
- Traian Basescu tendrá que cohabitar con un Ejecutivo de signo contrario
El Tribunal Constitucional de Rumanía ha invalidado este martes el referéndum sobre la destitución Traian Basescu, que de esta manera puede seguir ejerciendo como jefe de Estado, según la agencia de prensa Mediafax.
Basescu (centro-derecha) había sido suspendido de sus funciones a comienzos de julio por la coalición de centro-izquierda en el poder desde mayo, en el marco de un proceso severamente criticado por la UE y EE.UU.
La decisión se ha adoptado por seis votos contra tres, con lo que ha contado con la mayoría prevista por la ley. El Tribunal no ha hecho declaraciones oficiales por el momento.
Según los resultados oficiales de la oficina electoral central, más del 87% de los votantes se pronunciaron a favor de la marcha de Basescu, muy impopular por las medidas de austeridad administrada en 2010. Sin embargo, la consulta no contó con la participación mínima requerida (la mitad más uno de los inscritos), por lo que el presidente se declaró vencedor.
El Constitucional, antes de validar el resultado, denunció haber recibido informaciones contradictorias del Instituto Nacional de Estadística (INS) y la Oficina Electoral Central (BEC) sobre el censo electoral utilizado en la consulta.
La consulta la organizó el dimisionario ministro del Interior Ioan Rus, de la USL, con un censo de más de 18 millones de votantes, y que fue puesto en entredicho por la propia coalición gubernamental de socialdemócratas y liberales, basándose en cifras del INS.
El Gobierno sostuvo que las listas utilizadas no eran válidas al no estar actualizadas, y asegura que habría en realidad entre 15 y 16 millones de votantes en Rumanía.
De ser cierta esa cifra, los más de ocho millones de electores que votaron el pasado 29 de julio supondrían más de la mitad más uno del electorado y la destitución de Basescu sería efectiva.
La decisión del Tribunal debe poner fin a la crisis política más grave en Rumanía desde el final de la dictadura. Basescu deberá ahora cohabitar con el gobierno de centro-izquierda que fue precisamente el origen de su destitución.