El Defensor del Pueblo ruso se reserva el derecho a recurrir la condena a las Pussy Riot

• Vladimir Lukin, nombrado por Putin, ha calificado la sentencia de "excesiva"
• "No es un crimen, sino una infracción", ha señalado
• Las activistas están condenadas a dos años de cárcel por cantar contra Putin

El defensor del pueblo ruso, Vladimir Lukín.

El Defensor del Pueblo ruso, Vladímir Lukín, se ha reservado este jueves el derecho a recurrir la condena de dos años de cárcel contra tres mujeres del grupo punk Pussy Riot, en caso de que la apelación de los abogados sea rechazada por la Justicia.

"Considero que la condena es excesiva. Espero que la próxima instancia estudie este caso de manera más detenida. Si el fallo se mantiene, tendremos el derecho a recurrir la sentencia, lo que me plantearé seriamente", dijo Lukín, citado por las agencias locales.

Lukín, quien fue nombrado para el cargo por el presidente ruso, Vladímir Putin, ha subrayado que no aprueba la actuación de las tres "damas" condenadas en la catedral de Cristo Salvador, donde en febrero pasado interpretaron una canción que decía "Virgen María, echa a Putin", que se convirtió en un gran éxito en Youtube.

"No es un crimen, sino una infracción"

No obstante, Lukín ha matizado que eso "no es un crimen, sino una infracción". "Yo creo que fue una tontería, una torpeza. Esto viola los derechos de los ciudadanos que tienen una relación especial con la fe. Pero es una falta seria que en un Estado normal, europeo y civilizado como Rusia se decide en el plano administrativo, no en el penal", ha apuntado.

Además, ha recordado que la sentencia aún no ha entrado en vigor, ya que la condena de cárcel fue dictada el pasado viernes en primera instancia.

Uno de los abogados de las procesadas, Nikolái Pólozov, adelantó este lunes que recurrirá la próxima semana la sentencia de cárcel por "gamberrismo motivado por odio religioso".

Tres de las componentes del grupo fueron detenidas en marzo después de que la Iglesia Ortodoxa Rusa reaccionara con indignación ante lo que calificó de "sacrilegio", mientras las otras dos siguen en libertad.