Murdoch se toma la revancha del escándalo de las escuchas con las fotos del príncipe Enrique
- 'The Sun' pasa de verdugo a víctima con el caso de las fotos del príncipe Enrique
- Se erige como protector de la libertad de prensa frente a la Casa Real
- Los críticos le reprochan que lo único que le guía es el beneficio económico
- Como trasfondo, las luchas de poder dentro del imperio News Corporation
Tras cerrar un tabloide histórico, renunciar a la jugosa compra de la mayor plataforma digital de Reino Unido, ser vapuleado ante la opinión pública en una comisión parlamentaria y tener que prescindir de su hijo y heredero , el otrora todopoderoso Rupert Murdoch parecía un personaje amortizado dentro de la escena mediática británica. Hasta hoy.
La decisión de ‘The Sun’, la joya de la corona de News Internacional, la desprestigiada división de prensa del imperio Murdoch, de publicar por su cuenta y riesgo las fotos del príncipe Enrique desnudo ha dado una insólita vuelta a la tortilla.
Por arte de magia, el claro objetivo comercial de ser el primer –y por ahora único- periódico británico en publicar las fotos se convertía en una defensa desinteresada de la libertad de prensa e interés general ante los “ridículos” corsés que se quieren imponer al sector tras el escándalo de las escuchas.
La historia no deja de ser paradójica: el conglomerado que provocó que se desatase el escándalo hace un año con los pinchazos al teléfono de la niña desaparecida Milly Dowler, se convierte ahora en el que denuncia el conformismo de sus competidores por aceptar los argumentos de los abogados de la Casa Real británica de que es una violación de la intimidad.
Argumentos del 'Sun'
La forma de presentar el caso, se esté a favor o en contra de la decisión del ‘Sun’, es de una eficacia propagandística considerable.
“’The Sun’ dice: “Aquí está el heredero”, dice el titular principal donde el propio periódico establece que ha tomado una decisión editorial consciente y meditada.
“Luchamos por la liberad de prensa”, añade y concreta: “Hay un claro interés público en publicar las fotos”.
Luego, en el interior la noticia no empieza con un relato de los detalles más escabrosos de las fotos sino con una explicación pormenorizada sobre las razones por las que publican las instantáneas, con el vídeo incluido de su editor.
“Esto va sobra la ridícula situación donde una imagen puede ser vista por cientos de millones de personas alrededor del mundo en Internet pero no lo pueden ver en su periódico nacional favorito”, asegura David Dinsmore.
Dinsmore va más allá y como si fuese un editorialista de la prensa seria británica habla de “cuestiones sobre la seguridad durante las vacaciones en Las Vegas” y “potenciales implicaciones para la imagen del príncipe como representante de Gran Bretaña alrededor del mundo”.
Debate público
El resultado es que ‘The Sun’ ha expuesto ante la opinión pública británica un debate sobre el que no hay una opinión ni mucho menos unánime: ¿Pueden los medios escritos obviar la publicación de unas fotos en Internet? En la era de la globalización e Internet, ¿tiene sentido prohibir que se publiquen contenidos en un país concreto en un soporte específico? Y si es así, ¿realmente el príncipe Enrique tiene derecho a que se respete su intimidad si viaja a Las Vegas con dinero público y escoltado por policías de Scotland Yard?
La diputada conservadora Louise Mensch coincidía básicamente con los argumentos de Dimore al asegurar que “cientos de millones de personas han visto ya esas imágenes y parece perverso que no se hayan mostrado en las páginas de un periódico”.
De la misma opinión es el antiguo editor del Sun, Kevin McKenzie: “No estoy seguro de por qué el ‘establishment’ odia a los periódicos tanto pero lo que me gustaría ver es a los editores levantándose tras estar arrodillados y empezar a contraatacar ante estas limitaciones que llevarán, os lo prometo, a cerrar los periódicos”.
McKenzie habla de los “Levenson” y los “Cameron” que atacan a la prensa, en una alusión clara a la comisión que viene fiscalizando la labor de los medios de comunicación tras el escándalo de las escuchas y cuyo informe final pesa como una espada de Damocles sobre buena parte de la prensa británica, especialmente los tabloides como el Sun.
¿Beneficio económico?
En el otro lado, políticos como Lord Prescott, ex viceprimer ministro con Blair y víctima de las escuchas, que ‘The Sun’ ha mostrado “un absoluto desdén” respecto a la Comisión Levenson y pone el foco en el otro elemento de la ecuación: el beneficio económico.
“Esto no va sobre la privacidad, es sobre dinero, dinero, dinero. Saben que si publican en exclusiva las imágenes, asumiendo que sea el único periódico en hacerlo, va a conseguir que todo el mundo compre el periódico para verlas”, ha asegurado.
“En última instancia el beneficio tiene preferencia sobre el buen gusto Las fotos van a vender más periódicos, cualquier pretensión de que el debate es sobre la libertad de prensa es una patraña. Hay muchas imágenes que solo están en Internet y no en los periódicos”, ha añadido Mark Lewis, abogado de la familia de la menor Milly Dowler, el comienzo de todo el caso de las escuchas.
¿Y cuál ha sido el papel de Murdoch en todo esto? Para McKenzie, él mismo ha estado implicado en la publicación de la foto porque “es un tema demasiado grande y controvertido” para quedarse al margen y saluda “que no se haya acobardado ante el ‘establishment’”.
Otra explicación, menos atrevida, son las propias tensiones dentro de la familia Murdoch después de que su hija mayor Elizabeth, apartada de la dirección, criticase el pasado jueves abiertamente a su hermano y a la cultura de búsqueda del beneficio sin tener en cuanta criterios morales en un festival de televisión en Edimburgo.
Un día después, Elizabeth ha vuelto al redil y ha apoyado la decisión del ‘Sun’. Mientras, la BBC, el Times o la página web de Sky abren con la noticia de la publicación aunque, eso sí, con Enrique pixelado o, directamente fundido a negro.