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El metabolismo de la madre y no la anchura de caderas limita la duración del embarazo

  • Los bebés nacen cuando la madre no puede aportar más  energía al feto
  • Desafía la creencia de una compensación evolutiva entre parto y pelvis
  • No hay correlación entre caderas más anchas y locomoción disminuida

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El estudio señala que los bebés nacen cuando la madre no puede aportar más energía al crecimiento fetal, por lo que la energía de la madre es la principal limitación evolutiva y no sus caderas
El estudio señala que los bebés nacen cuando la madre no puede aportar más energía al crecimiento fetal, por lo que la energía de la madre es la principal limitación evolutiva y no sus caderas

Una nueva investigación llevada a cabo por la Universidad de Rhode Island (EE.UU.) apunta que la duración de la gestación humana está limitada fundamentalmente por el metabolismo de la madre, y no por el tamaño del canal de parto, tal y como se creía hasta ahora.

Así, el trabajo, que aparece publicado en PNASdesafía la creencia de una compensación evolutiva entre el parto y una pelvis adaptada para que el bebé recién nacido pueda caminar erguido. Los cráneos humanos encuentran dificultades a la hora de pasar por el  canal de parto, y una pelvis más ancha podría comprometer el caminar  bípedo, apunta la investigación.

Debido a que el tamaño del cuerpo es un buen indicador de la tasa metabólica de un animal, Holly Dunsworth, autora principal del estudio, comenzó a preguntarse si el metabolismo podía ofrecer una explicación mejor para las características del nacimiento humano. 

La energía de la madre es la principal limitación evolutiva del feto y no sus caderas

A  partir de un trabajo previo, los  investigadores desarrollaron una nueva hipótesis sobre el nacimiento  llamada EGG (Crecimiento y Gestación Energética). "Según la hipótesis, los bebés nacen cuando la madre no puede aportar más  energía al crecimiento fetal", ha explicado Dunsworth, por lo que "la energía de la madre es la principal limitación evolutiva y no sus caderas".

Los investigadores han demostrado que las mujeres dan a luz justo cuando están a punto de cruzar la zona de peligro metabólico.   "Hay un límite en el número de calorías que nuestro cuerpo puede quemar  cada día, y durante el embarazo, las mujeres que se acercan a su límite  energético dan a luz justo antes de llegar a él", ha explicado Herman  Pontzer, del Hunter College de Nueva York.

Dar a luz antes de que el bebé tenga una cabeza demasiado grande

Dos rasgos que distinguen a los seres humanos de otros primates son el tamaño del cerebro y la capacidad de caminar erguidos, pero ambos podrían entrar en contradicción a la hora de dar a luz.

Por ello, los científicos han postulado que la solución a este problema, que se conoce como 'el dilema obstétrico', fue acortar la duración de la gestación para que los bebés nacieran antes de tener cabezas demasiado grandes. 

Las limitaciones metabólicas ayudan a explicar por qué los bebés  humanos son tan indefensos en comparación con otros primates, como el  chimpacé. Así por ejemplo, un bebé de chimpancé comienza a gatear al mes de nacer  mientras que los bebés humanos no lo hacen hasta los siete meses.

Para que un ser humano diese a luz a un recién nacido con el mismo  nivel de desarrollo que el chimpacé, se necesitaría un período de  gestación de 16 meses, lo que llevaría a las madres mucho más allá de  sus límites energéticos. De hecho, incluso un mes más de gestación  podría cruzar la zona de peligro metabólico, según los  investigadores.

Para llevar a cabo la investigación, los científicos también estudiaron cómo afecta la amplitud de las caderas en la locomoción y llegaron a la conclusión de que no hay una correlación entre unas caderas más anchas y una locomoción disminuida. 

Además, "teniendo en cuenta el tamaño del cuerpo de la madre, la gestación humana es un poco más larga en comparación con otros primates y los bebés son un poco más grandes de los esperado", concluyen los investigadores.