Un atentado con coche bomba en Damasco contra un funeral deja al menos 27 civiles muertos
- El ataque también ha dejado 48 heridos este martes
- Los rebeldes acusan al régimen de Al Asad de la masacre
Un atentado ha provocado ha provocado al menos 27 civiles muertos y 48 heridos este martes al estallar un coche bomba en el barrio de Yarmana, en los suburbios de Damasco, según ha anunciado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"El número de personas muertas en el funeral de dos partidarios del régimen ha llegado a 27", según el OSDH. La televisión estatal había informado en un primer momento que el número de muertos, la mayor parte drusos y cristianos, ascendía a 12.
Los rebeldes han responsabilizado al régimen de Bachar Al Asad de la masacre, según la agencia Efe: "el régimen es el responsable de ese atentado porque sabe que Yarmana está habitado mayoritariamente por miembros de la minoría drusa" ha declarado el portavoz del Consejo Militar Superior del Ejército Libre Sirio (ELS), Fahd al Masri.
El coche bomba ha estallado durante la celebración de un funeral de dos “mártires” que fallecieron ayer en otra explosión.
Un médico del hospital de este suburbio ha informado a la agencia Efe que ya ha recibido seis cadáveres de este atentado y ha atendido a cerca de 60 personas que se encontraban cerca de la explosión, algunos de ellos en estado muy grave.
Los seguidores del régimen culpan a los rebeldes del atentado
La televisión ha acusado a los rebeldes del atentado, pero el ELS ha advertido de que los militares del régimen quieren vincular estos ataques a los opositores para atemorizar a las minorías y obtener su apoyo.
Para ello, asegura Masri, el régimen quiere enviar a la población el mensaje de que “es el único que puede protegerla”.
Yarmana ha sufrido varias explosiones en las últimas horas a manos de la oposición del régimen sirio, según las autoridades, porque la mayoría de su población se mantiene fiel a Bachar Al Asad. Está habitada por una minoría drusa, por cristianos y por refugiados iraquíes.
Sin embargo, Damasco y las localidades periféricas han sufrido durante semanas bombardeos y ataques militares por las fuerzas del Gobierno que pretende recuperar el control. Según los rebeldes, estas masacres han causado centenares de víctimas.
Desde que comenzaron las protestas contra Al Asad, el pasado marzo de 2011, ha habido diversos atentados con coche bomba en la capital y zonas cercanas. El régimen sirio siempre ha acusado a los rebeldes de estos ataques, a quienes califica de “terroristas”.
La agencia de noticias oficial Sana ha informado de que el ejército del régimen está eliminando a los grupos armados insurgentes por todo el país, centrándose en la zona rural de Damasco, en la provincia meridional de Deraa y en la ciudad norteña de Alepo. La agencia asegura que en esta ciudad las tropas de Al Asad han acabado con todos los rebeldes de los distritos que estaban controlados por la insurgencia.