Gerard Mortier, director artístico del Teatro Real : "Me gusta seducir, por eso sufro tanto cuando el público discrepa"
- El 7 de septiembre arranca la temporada con 'Moses und Aron' de Schönberg
- 'Cosi fan tutte' con dirección escénica de Michael Haneke, estrella de la temporada
- Mortier cree que la ópera de Philip Glass es la que tendrá mayor impacto internacional
- Mortier se lamenta de las pérdidas que implicará para el Teatro la subida del IVA
- Defiende el ahorro conseguido durante su gestión
Al intendente del Teatro Real, Gerard Mortier, le gusta seducir, por eso sufre tanto cuando a la gente no le gusta lo que programa, una quina que, intuye, no tendrá que tragar gracias a su nueva temporada, que se abre desafiando a la crisis con una "genial" versión en concierto de "Moses und Aron".
La "mejor señal" de que va por el buen camino, explica , es que este año se han vendido 2.000 nuevos abonos, es decir, se han cubierto todos los que devolvieron los espectadores en la anterior temporada disgustados con el "menú" que el belga les ofrecía.
La obra que abre -7 y 9 de septiembre- una temporada en la que Mortier ha intentado "dar gusto a todos", es "una de las grandes del siglo XX, una hora y 45 minutos de música sublime", asevera.
Este montaje de la única ópera que compuso Arnold Schönberg (1874-1951), con la que el Real celebra el 15 aniversario de su reapertura, es un proyecto conjunto del coliseo madrileño, la Philharmonie de Berlín y el Festival de Lucerna con Sylvain Cambrelaing dirigiendo a la SWR Sinfonierorchester Baden-Baden, de Friburgo, y el Europa Chor Akademie.
"Por supuesto" que le hubiera gustado ofrecerla en versión dramatizada pero, se disculpa a la vez que presume, habría costado "cuatro veces más, y no están los tiempos para eso".
'Cosi fan tutte' , estrella de la temporada que comienza
Tiene claro que la "estrella" de la nueva temporada -tres productores se han interesado ya por los derechos para grabarla en DVD- será "Così fan tutte", la segunda ópera que dirigirá escénicamente el realizador de cine alemán Michael Haneke.
Sin embargo, está seguro de que "internacionalmente" la que tendrá más impacto es la creación de Philip Glass sobre Walt Disney -"The perfect american"-.Pero, matiza, se puede equivocar, porque, revela, la pasada temporada "Iolanta" tuvo más éxito del que imaginaba y su gran apuesta, "Poppea", "un montaje para la historia" y una de sus grandes producciones, fue peor acogida.
"Dentro de tres años repetiremos 'Poppea' y ocurrirá lo que con el 'Don Giovanni', de Haneke de París, que cuando se estrenó se montó un escándalo y en su reposición ha sido un triunfo inmenso", pronostica.
Con "Choeurs", explica, ha pasado algo similar, ya que en España el público llegaba a romper los programas de mano enfadado con la propuesta pero es una de las más demandadas fuera (se acaba de vender a Bruselas, Viena, Berlín y Hamburgo, anuncia).
Sostiene que el Real tiene una posición de prestigio en Europa quizá porque el Teatro Real antes "importaba" y ahora "exporta".
"El gran problema que me encontré cuando llegué fue que se pagaban 300.000 euros para coproducir una 'importación'. Hoy se hacen nuevas producciones por menos. Por ejemplo, 'Iolanta' costó 180.000 euros".
Es decir, se hacen producciones propias por menos dinero -este año 6, el récord en su historia-, son propiedad del teatro y éste gana dinero alquilándolas, como sucede con "Choeurs" o "Iolanta", que irá al Bolshoi, a Aix en Provence y la Ópera de Lyon.
En general no es partidario de las reposiciones porque, argumenta, "tras diez años almacenado en un 'container' se gasta casi más dinero en restaurar el material que en hacerlo nuevo". Ese fue el caso del "Cyrano de Bergerac" que cantó este verano Plácido Domingo: "recibimos el decorado gratis por un intercambio con Le Chatêlet que quiso 'El barbero de Sevilla', de Sagi, pero en recuperar las pinturas y rehacer los vestidos se emplearon 140.000 euros".
La ópera en tiempos de crisis, el paro y la subida del IVA
Presume de que conoce su trabajo y está "muy orgulloso" de su profesionalidad y recuerda que desde que llegó al teatro ha ahorrado 4,5 millones de euros (ahora dispone de 13,6 millones).
El Real, apunta, ayuda a que se afiance "la marca 'España'" y contribuye a su gran prestigio en el extranjero.
"Hay más instituciones españolas que funcionan fuera. No sólo es Nadal o la Roja, también el Prado, el Liceo o el Real. Para mí está claro que España no puede compararse con Grecia, porque España tiene muchas más posibilidades de salir adelante con soltura".
Está persuadido de que los gestores de instituciones culturales como la suya tienen "una gran misión: ayudar a la gente que vive una situación difícil como el desempleo, que sepan que el arte puede dar un placer y defiende contra la angustia".
Por eso, porque "realmente" le preocupan "los parados", propondrá al Patronato del teatro que debatan alguna fórmula que permita acceder a los que no tienen trabajo, como los jóvenes, y a los que lo han perdido".
Y si el paro es lo que le inquieta, lo que le da miedo es la subida del IVA.
"Entiendo perfectamente que el Gobierno deba buscar dinero donde sea. No estoy en contra, pero me gustaría que entre todos encontráramos caminos intermedios. El problema es que con la subida el Real perderá 2 millones de euros, es decir, lo que cuestan cuatro producciones. No pretendo que hagan excepciones pero alguna solución hemos de encontrar", propone.