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El nuevo enviado de la ONU para Siria se muestra pesimista sobre el éxito de su misión

  • Lajdar Brahimi cree que es "casi imposible" poner fin al conflicto
  • Asegura que el cambio político en Siria "no puede ser cosmético"
  • Advierte a la oposición que no hablan "el mismo lenguaje"

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Lajdar Brahimi, enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria (izda), junto al secretario general de la ONU, Ban Ki moon, el 24 de agosto
Lajdar Brahimi, enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria (izda), junto al secretario general de la ONU, Ban Ki moon, el 24 de agosto.

El nuevo enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, el argelino Lajdar Brahimi, se ha mostrado muy pesimista respecto a su tarea de conseguir un alto el fuego en el país. En una entrevista para la BBC, Brahimi ha descrito su misión como "casi imposible".

"Llego a este puesto con los ojos abiertos, no me hago ilusiones (...) Sé lo difícil que es, casi imposible. No puedo decir imposible, pero casi imposible", ha confesado Brahimi a la entrevistadora de la BBC y corresponsal jefa de la sección de internacional de BBC News, Lyse Doucet.

Carga de responsabilidad

Brahimi asegura que comprende a quienes están frustrados con la falta de acción internacional en Siria. "Estoy asustado por la carga de la responsabilidad. La gente dice: hay personas muriendo y ¿qué están haciendo ustedes? (...) Y no estamos haciendo mucho. Eso, por sí mismo, es un peso terrible".

El veterano diplomático argelino dice que aún no ha visto ninguna "grieta" en el "muro de ladrillo" que obligó a Kofi Annan a renunciar: un gobierno sirio "intransigente", una violencia rebelde en aumento y un Consejo de Seguridad de la ONU paralizado por el veto de China y Rusia a las resoluciones contra Damasco.

Brahimi afirma que va a mantener el plan de paz de seis puntos de Annan en su "caja de herramientas" para su posible adaptación, pero admite que tiene ideas pero ningún plan propio definido, más allá de hablar con todas las partes.

Cambio político en Siria

Respecto al gobierno sirio, Brahimi considera que la necesidad de cambio político es "fundamental y urgente", pero ha rechazado pronunciarse sobre si el presidente Bachar al Asad debe abandonar el poder.

"El cambio no puede ser cosmético", ha declarado. "Habrá un nuevo orden, pero no sé qué personas estarán en él. Eso deben decidirlo los sirios".

El diplomático también ha querido distanciarse de los rebeldes, que le han criticado por sus declaraciones cautas. "Por favor, recuerden que yo no me estoy uniendo a su movimiento", les ha dicho Brahimi, "trabajo para organizaciones internacionales, la ONU y la Liga Árabe, y no hablo el mismo lenguaje que ustedes".