Adicae ve "insatisfactoria" la solución del Gobierno para las participaciones preferentes

• La última reforma financiera impone fuertes pérdidas a los clientes atrapados
• La asociación también cuestiona que se les limiten los recursos judiciales

La Asociación de Usuarios, Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) ha asegurado que la solución aprobada por el Gobierno para los clientes que compraron participaciones preferentes es "insatisfactoria". Además, ha cuestionado la legalidad del real decreto porque limita los recursos judiciales de los afectados.

El presidente de la asociación, Manuel Pardos, ha insistido en la necesidad de que se apruebe "una solución total", que en su opinión, es la devolución total de dinero invertido. Pardos se ha expresado así antes de comparecer este martes en la subcomisión del Congreso sobre transparencia en la información de los productos financieros y después de que el pasado viernes, el Ejecutivo de Mariano Rajoy aprobase su tercera reforma financiera.

En la nueva norma se establece que el canje de participaciones preferentes de entidades rescatadas se realizará con fuertes pérdidas para el inversor, ya que el Gobierno obligará a valorar estos títulos a precios de mercado --lo que implica un gran descuento-- con un margen adicional del 10%.

El experto de Adicae, una de las dos grandes asociaciones de usuarios de banca en España, ha dicho que el canje de estos productos que han realizado las entidades no nacionalizadas también ha sido "insuficiente".

Recursos ante la justicia

Además, la asociación que está promoviendo demandas colectivas por la comercialización de este y otros productos, ha lamentado en una nota que la nueva normativa ponga límites a las reclamaciones. El decreto establece que los afectados de entidades nacionalizadas “no podrán iniciar ningún otro procedimiento de reclamación de cantidad con base en un incumplimiento de los términos y condiciones de la emisión correspondiente".

Según Adicae, eso puede ir contra el derecho a la tutela judicial efectiva, regulado por el artículo 24 de la Constitución; y en todo caso cree que se podría reclamar la nulidad del contrato de las preferentes más que una reclamación de cantidad.

Las participaciones preferentes son productos complejos, perpetuos y con una rentabilidad supeditada a que la entidad emisora tenga beneficios. Los bancos las recompraban (o mejor dicho, recolocoban a otros clientes) sin problemas mientras el sector iba bien, aunque por poco timepo ya que se comercializaron de forma masiva, en 2009, ya en plena crisis, pero cuando aún no habían aflorado los agujeros de las entidades.

Cuando se recrudeció la crisis, miles de inversores se vieron atrapados. Según las asociaciones de consumidores, los inversores no conocían los riesgos y pensaban que dejaban su dinero en un plazo fijo seguro, aunque con un interés mucho mayor. En las últimas semanas se han producido las primeras sentencias judiciales que condenan a las entidades por ello.

Se calcula que más de un millón de clientes vieron atrapados sus ahorros en las preferentes, aunque no en todos los casos fueron clientes sin ese conocimiento de las finanzas, según la banca.